MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio del Interior egipcio ha responsabilizado a miembros "infiltrados" de la organización Hermanos Musulmanes, prohibida en el país, de los disturbios que han tenido lugar este sábado en las manifestaciones por la absolución del expresidente Hosni Mubarak.
Las fuerzas de seguridad han cargado y empleado cañones de agua y gas lacrimógeno para dispersar a unos 3.000 manifestantes que se habían concentrado en la plaza plaza Abdel Moneim Riad de El Cairo, cerca de la emblemática plaza Tahrir.
El Ministerio ha asegurado mediante un comunicado que ha seguido y vigilado la jornada de protestas por la absolución de Mubarak, y ha asegurado que éstas eran pacíficas hasta que se han unido miembros de Hermanos Musulmanes "infiltrados".
Estos manifestantes "infiltrados" han comenzado a tirar piedras y corear cánticos contra las fuerzas de seguridad, que les ha instado a abandonar la plaza, después de lo que ha decidido actuar para dispersarlos, ha asegurado el Ministerio, según ha recogido el diario egipcio 'Al Ahram'.
Al menos 85 personas, entre ellas cuatro periodistas, han sido detenidos durante estas protestas. Además, una persona ha fallecido como resultado de los enfrentamientos mantenidos entre fuerzas de seguridad y manifestantes.
ABSOLUCIÓN DE MUBARAK
El Tribunal Penal de El Cairo ha absuelto a Mubarak y otros altos cargos de su régimen por su complicidad en la muerte de manifestantes durante la Primavera Egipcia que en 2011 propició el derrocamiento del propio Mubarak.
Mubarak y el resto de acusados habían sido condenados a cadena perpetua en junio de 2012 precisamente por estos cargos, pero sus abogados apelaron con éxito y el nuevo juicio comenzó en abril de 2013.
Además Mubarak y sus dos hijos, Alaa y Gamal, han sido absueltos de los cargos de corrupción que pesaban sobre ellos por una polémica venta de gas a Israel, por debajo de los precios de mercado en connivencia con el empresario Hussein Salem.
A pesar de que el juez cifró los fallecidos durante la revolución en 239, las estimaciones de ONG apuntan a que más de 800 personas perdieron la vida --y más de 6.400 resultaron heridas-- en el transcurso de los enfrentamientos.
