EL CAIRO 11 Mar. (Reuters/EP) -
El ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Ibrahim al Jaafari, ha negado que Irán esté tomando el control de su país, como ha asegurado Arabia Saudí, y ha señalado que su Ejecutivo apuesta por mantener unas buenas relaciones con los dos países.
Arabia Saudí, principal rival de Irán en Oriente Próximo, teme la creciente influencia del régimen de Teherán sobre el Ejecutivo de Bagdad y la posibilidad de que, tras los acuerdos nucleares, se haga con el control de sus negocios con Occidente.
"Irán ha apoyado a Irak pero no ha enviado soldados y no ha interferido en su soberanía", ha dicho Al Jaafari en una entrevista concedida a Reuters en El Cairo después de asistir a una reunión de la Liga Árabe.
"Queremos tener relaciones con Arabia Saudí e Irán... Nuestra disposición abierta con Irán no significa que las relaciones con otros países tengan que decaer y esto no quiere decir que Irak se esté convirtiendo en persa", ha añadido.
Las milicias respaldadas por Irán están participando en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico desde que los militares iraquíes desertaron en masa el pasado verano dejando grandes franjas de territorio en manos de los milicianos. Recientemente, Irán ha enviado un comando de élite para supervisar la batalla en Tikrit, una ciudad clave situada al noroeste de Bagdad.
"La situación en Tikrit es un ejemplo de lo que nos preocupa. Irán está tomando el control del país", ha dicho el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Saud al Faisal, en una conferencia.
Preguntado por estas declaraciones, Al Jaafari ha dicho que los enfrentamientos en Tikrit son resultado de los esfuerzos iraquíes y ha admitido que "no es un secreto que hay países que nos están apoyando".
"Hemos cooperado para encontrar un edificio para la Embajada de Arabia Saudí en Bagdad y hemos dado la bienvenida a una delegación del Ministerio de Asuntos Exteriores", ha dicho el jefe de la diplomacia iraquí.
Arabia Saudí congeló sus relaciones con Irak cuando el entonces líder iraquí, Sadam Husein, invadió Kuwait en 1990. A comienzos de este año, el rey Abdulá ordenó restablecer las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Bagdad y Erbil, capital de la región kurda de Irak.