El Gobierno de Líbano aprueba un plan de rescate ante la grave crisis económica en el país

El primer ministro de Líbano, Hasán Diab
El primer ministro de Líbano, Hasán Diab - -/Dalati & Nohra/dpa - Archivo
Actualizado: jueves, 30 abril 2020 20:35

El primer ministro desvela que pedirá ayuda financiera al FMI

MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

El Gobierno de Líbano ha aprobado este jueves un plan de rescate ante la grave crisis económica que atraviesa el país, sumido en una serie de protestas y disturbios durante los últimos días que han tenido los bancos como epicentro del malestar de la población.

El plan ha sido aprobado por unanimidad durante una sesión del Consejo de Ministros, tras lo que el presidente libanés, Michel Aoun, ha hablado de "un día histórico para Líbano", según ha informado la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.

"Por primera vez en la historia del país se ha aprobado un plan económico y financiero, después de que la ausencia de planificación y visión de futuro estuviera a punto de arruinar el país", ha manifestado el mandatario tras la reunión.

Por su parte, el primer ministro libanés, Hasán Diab, ha descrito el plan como "una hoja de ruta" y ha desvelado que su Gobierno pedirá ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI), tal y como ha recogido el portal de noticias Naharnet.

"Hoy puedo decir que estamos en el camino correcto para sacar a Líbano de su profunda crisis financiera", ha destacado, antes de resaltar que el país "quiere contribuciones por los elevados intereses pagados, de aquellos que es beneficiaron de la ingeniería fiscal y de los que violaron la ley y robaron fondos públicos".

Así, ha resaltado que el plan "reestructurará los sectores bancario y financiero", "rebajará el déficit fiscal hasta el 5,6 por ciento" y "logrará un retorno al crecimiento positivo de cara a 2022".

El Parlamento libanés aprobó por unanimidad el 21 de abril el acuerdo para un préstamo de 120 millones de dólares (cerca de 110,5 millones de euros) del Banco Mundial (BM) para reforzar la economía del país ante el impacto que ha supuesto la pandemia de coronavirus.

En esta línea, ha destacado que el Ejecutivo buscará "más de 10.000 millones de dólares (más de 9.132 millones de euros) en ayuda extranjera" y ha agregado que el plan aboga por la "aplicación inmediata de las reformas largamente esperadas".

"Pido a todos los libaneses que consideren el día de hoy como un punto de inflexión para el futuro de nuestro país", ha dicho Diab, quien ha pedido al Banco Central que "aborde el repunte de la tasa de cambio respecto al dólar, ya que es responsable de la estabilidad financiera".

El primer ministro ha vuelto a cargar durante la jornada contra el gobernador del Banco Central, Riad Salamé, y ha argumentado que "si la lira fue estabilizada por el Banco Central en el pasado, ¿por qué ahora no lo hace?".

NUEVA OLEADA DE PROTESTAS

La votación del Consejo de Ministros ha tenido lugar un día después de que otras 40 personas resultaran heridas en otra jornada de movilizaciones en la ciudad de Trípoli (norte), que ha sido la que ha presenciado los principales disturbios durante los últimos días.

De hecho, un manifestante murió el martes por las heridas sufridas el lunes durante los enfrentamientos entre algunos de los concentrados y el Ejército en la ciudad, incidentes en los que fueron incendiadas varias sedes bancarias y se lanzaron piedras y cócteles molotov contra los militares.

El propio Diab ha dicho este jueves que las autoridades tienen datos sobre las personas que "están incitando los disturbios", ya que considera que hay "un intento de poner a la población en contra del Ejército".

Asimismo, ha reiterado la voluntad del Gobierno para "resolver las crisis económica y social", si bien precisamente el descontento con la clase política es también uno de los principales detonantes de las sucesivas protestas registradas durante los últimos meses.

CRUCE DE ACUSACIONES

Esta nueva oleada de protestas ha estallado después de un nuevo cruce de acusaciones entre políticos del país por las declaraciones de la semana pasada del primer ministro contra Salamé en relación con la crisis económica.

Diab acusó a Salamé --quien lleva en el cargo desde 1993-- de orquestar el desplome de la libra libanesa y criticó las "sospechosas" políticas del Banco Central, al tiempo que exigió que "diera un paso al frente y anunciara la honesta verdad".

En respuesta, Salamé realizó el miércoles una comparecencia pública para responder a las críticas y negó que haya habido gastos encubiertos, antes de recalcar que el Banco Central "no tiene que coordinarse con el Gobierno para cada circular" que emite.

"El asunto de la tasa en las casas de cambio está sujeto a demanda y está afectado por los 'shocks', pero no nos hemos quedado de brazos cruzados y hemos intentado estabilizar la tasa de cambio", defendió el presidente del Banco Central.

Por otra parte, afirmó que los depósitos de los ciudadanos "aún existen en el sistema bancario", en un intento por tranquilizar a la población, si bien destacó que "dejó de dar garantías tras los sucesivos y destructivos 'shocks'" sufridos por el país durante los últimos años.

LA CRISIS EN LÍBANO

Líbano está experimentando su peor crisis económica desde la guerra civil (1975-1990). El país cuenta con una de las deudas públicas más elevadas del mundo, por encima del 150 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que el déficit llegó al once por ciento en 2018.

La moneda nacional, la libra libanesa, estaba en paridad con el dólar desde 1997, pero perdió cerca del 60 por ciento de su valor en las semanas previas a la caída del Gabinete del ya ex primer ministro Saad Hariri, quien se vio forzado a dimitir en octubre debido a la grave crisis económica.

Tras varios meses de parálisis por la falta de acuerdo, los partidos lograron conformar un nuevo Ejecutivo con Diab como primer ministro que recibió la aprobación del Parlamento en febrero.

Sin embargo, los manifestantes criticaron que el Parlamento aprobara a finales de enero los Presupuestos en una polémica sesión, rechazada por varios partidos políticos que consideran que el nuevo Gobierno no podía debatir este asunto hasta que no haya obtenido la confianza del propio Parlamento.

En el centro de las críticas estaba además el hecho de que el borrador de Presupuestos fue presentado el año pasado por el Gobierno de Hariri y no contempla por tanto la deteriorada situación económica que sufre Líbano en estos momentos.

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