KINSHASHA, 19 Sep. (Reuters/EP) -
República Democrática del Congo ha negado este jueves la posibilidad de amnistiar a un centenar de altos cargos del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M-23), con lo que ha dejado abierta la posibilidad de que esos comandantes puedan ser perseguidos después de que concluyan las conversaciones de paz.
El portavoz del Gobierno, Lambert Mende, ha asegurado que se había elaborado una lista con alrededor de 100 comandantes del M23 "que no serán elegibles para la amnistía o para la reintegración en el Ejército nacional".
Las conversaciones de paz comenzaron en Uganda hace una semana, después de que el Ejército --respaldado por tropas de Naciones Unidas-- consiguiese avances militares durante el mes de agosto, obligando a los rebeldes a formar parte de las negociaciones que podrían llevar a la mayoría de los miembros del M-23 a reincorporarse al Ejército del que desertaron en 2012.
"Reincorporar a esos individuos legitimaría el recurso a la violencia armada y la insurrección", ha afirmado Mende. El resto de los casi 1.700 rebeldes del M-23 serían considerados caso por caso, ha precisado el portavoz gubernamental.
Ante esta decisión, un portavoz de los rebeldes, Amani Kabashi, ha asegurado que las negociaciones continuarían. "Ni siquiera nos queremos reintegrar", ha afirmado. "Si las conversaciones pueden traer la seguridad estaremos felices de hacer otra cosa: cultivar, enseñar, ayudar a nuestra población", ha añadido.
La insurgencia del M-23 es la última encarnación de una rebelión tutsi que ha intentado en repetidas ocasiones integrarse en el Ejército del país, para posteriormente desertar. Los rebeldes desertaron en masa hace 18 meses y acusaron al Gobierno de incumplir el acuerdo de paz de 2009.
Los investigadores de Naciones Unidas y el Gobierno de República Democrática del Congo han acusado a Ruanda de ayudar a los rebeldes, unas acusaciones que el Gobierno ruandés niega.
