Haití.- El director de la ONG española CESAL atestigua "una situación de urgencia extrema" en Haití

Actualizado: sábado, 16 enero 2010 16:40

MADRID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

El director en Haití de la ONG española CESAL, Jordi Bach, observó hoy "una situación de urgencia extrema" en el país caribeño, cuya población se encuentra "verdaderamente traumatizada, paralizada y horrorizada".

Bach ha conseguido acceder a Puerto Príncipe, la capital haitiana, desde la República Dominicana por Jimaní, una ruta "perfectamente practicable", por lo que a su juicio sería una "buena opción" como vía de tránsito para la llegada de ayuda por tierra, según explica en la crónica colgada hoy en la web de la ONG.

Desde Puerto Príncipe, el cooperante describe un panorama desolador. "El aire es irrespirable, mucha gente se protege con pañuelos y mascarillas del fuerte olor a cadáver. Las calles de Puerto Príncipe son ríos de gente arriba y abajo, no hay transporte público. Todos buscan agua y comida, deambulan como perdidos", explicó.

"No hay tiendas de campaña, se improvisan plásticos en el mejor de los casos. La mayoría están al aire libre. Veo cientos de pequeños campos de refugiados, totalmente desprovistos de asistencia", describió Bach.

La ONG, presente en Haití con la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (AECID), tiene en Caritas de Puerto Príncipe a su principal socio local en proyectos de cooperación. La organización religiosa de ayuda, dirigida por el padre Erick Toussaint, tiene como prioridad la atención a las miles de personas que se están concentrando en todo espacio abierto, a las que ceden "agua, comida, colchones, tiendas de campaña, medicamentos y material de primeros auxilios, jabón y ropa", según explicó Bach. Cerca de 100 seminaristas --ninguno de Cáritas--, y el Arzobispo de Puerto Príncipe, Serge Miot, han muerto durante el seísmo, según informó citando fuentes locales.

"Varias emisoras están dando noticias de la situación y consejos a la población. Todas piden calma y coraje. Recomiendan enterrar a los muertos rápidamente y sin velorios, pues hay un riesgo grande de epidemia", añadió el cooperante, que ha sido testigo de escenas de saqueos en los principales centros de aprovisionamiento de combustible. "La gente ha roto el oleoducto y están llenado cubos de gasolina, para luego revender el carburante en el mercado negro a precio desorbitante", indicó.

La población se encuentra en un estado casi catatónico. "Veo mucha gente con botellas de ron por la calle, borrachos. Quieren evadirse de lo que están viviendo". "La gente está verdaderamente traumatizada, paralizada, horrorizada. El apoyo psicológico y moral es fundamental, explicar a la gente que la ayuda va a llegar, que tengan confianza, que permanezcan juntos, en calma".

Bach aplaudió la calma que han demostrado los haitianos durante las primeras horas posteriores a la catástrofe, que no han registrado incidentes violentos de envergadura. "No he visto desórdenes en la ciudad, increíblemente. En cualquier otro país de los llamados "desarrollados" ya se estarían matando. Una vez más el haitiano demuestra su gran corazón y coraje delante de las desgracias", explica Bach.

Sin embargo, la población está atemorizada por la noticia de la fuga de la práctica totalidad de los presos de las cárceles de Haití. "Esto ha provocado una psicosis en la ciudad, se dice que hay gente mala suelta haciendo daño", y asegura que la presencia de fuerzas de seguridad es casi nula. "No es visible ninguna asistencia. No hay presencia de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), apenas de la policía y algunos coches de algunas ONG", describió.

"Estamos en una situación de extrema urgencia", concluye el cooperante, que se encuentra en perfecto estado, en su crónica. "Necesitamos el apoyo de todos y todas, no ya para reconstruir el país, sino para evitar una tragedia enorme dada las condiciones actuales de hambruna e insalubridad", apeló.

CESAL es una organización no gubernamental española dedicada desde 1988 a la cooperación internacional y hoy presente en 17 países de África, América Latina y Europa del Este con proyectos de educación, salud, habitabilidad, agua y saneamiento, desarrollo productivo, microempresa y formación para el empleo.