JERUSALÉN, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás) trata de recuperar progresivamente el gobierno y los servicios básicos en la Franja de Gaza, fuertemente dañada por la operación militar del Ejército israelí, según confirmaron diversas personas localizadas en el área costera.
Un activista defensor de los Derechos Humanos destacó que las fuerzas de seguridad tratan de restaurar el orden en la medida de lo posible y, en este sentido, han detenido a numerosos comerciantes que quieren aprovechar las circunstancias para inflar los precios. Además, todas las oficinas del Gobierno operan con normalidad, "pese a los bombardeos de decenas de comisarías y varios edificios oficiales durante la ofensiva".
No obstante, la destrucción ha obligado a las autoridades 'de facto' a trasladar algunas de sus instalaciones e incluso a alquilar viviendas para usarlas como servicio público. Así, según fuentes consultadas por 'Yedioth', algunos pisos sirven como improvisados centros de detención donde se acumulan decenas de personas sospechosas de colaborar con las fuerzas hebreas.
También perdieron su vivienda centenares de familias durante la operación de 22 días, que costó más de 1.300 vidas. Hamás ha comenzado a distribuir entre la población de la Franja ayudas económicas, aunque éstas parecen quedarse cortas para la demanda. No en vano, alrededor de 5.000 viviendas han resultado completamente destruidas.
Hamás se comprometió a pagar a cada familia que se hubiese quedado sin hogar 4.000 euros (algo más de 5.100 dólares), y al parecer, según Reuters, al menos los habitantes de las ciudades de Johr el Deek y Mughraqa, dos de las más devastadas, las indemnizaciones se han quedado de momento en 1.000 euros.
Las autoridades alegan que necesitan más tiempo para distribuir estas ayudas, pero ni cumpliendo al cien por cien sus compromisos podrán cubrir la demanda de la población. "Sólo sirve para dos vacas. Y perdí siete", lamentó uno de los palestinos afectados.
