La hambruna se cierne sobre la ciudad iraquí de Faluya

Milicianos de Estado Islámico celebran la toma de Faluya en marzo de 2014
STRINGER IRAQ / REUTERS
Actualizado: miércoles, 13 abril 2016 8:34

La ONU y HRW advierten de la falta de alimentos dentro de la ciudad, donde viven unos 60.000 civiles

MADRID, 13 Abr. (EDIZIONES) -

La ciudad iraquí de Faluya, en el oeste del país, se encuentra en manos del grupo terrorista Estado Islámico desde principios de 2014. El férreo control que la organización que lidera Abú Bakr al Baghdadi ejerce sobre sus dominios unido al asedio creciente por parte de las fuerzas de seguridad iraquíes ha dejado a sus habitantes en una situación desesperada, con la hambruna planeando sobre sus cabezas.

"Estamos profundamente preocupados por Faluya", reconoció durante el fin de semana la coordinadora humanitaria de la ONU para Irak, Lise Grande, subrayando que las informaciones de que disponen hablan de "falta de alimentos y medicinas generalizadas". "No tenemos acceso a la ciudad pero tenemos que asumir en base a lo que estamos escuchando que la gente está en terribles problemas", añadió.

Según Grande, la ONU ha recibido información de que "Estado Islámico ha asesinado a civiles que intentaban huir y controla las potenciales rutas de escape". "También hemos recibido informaciones de que los pocos alimentos y medicinas disponibles son usados por los combatientes de Estado Islámico, denegando a los civiles el apoyo que necesitan para sobrevivir", precisó.

SITUACIÓN ALIMENTARIA

La ONU está especialmente preocupada por la situación alimentaria dentro de la ciudad, situada en la provincia de Anbar. En su último informe sobre esta provincia, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha indicado esta semana que tras tres meses de asedio por parte de las fuerzas de seguridad, "los precios de los alimentos siguen siendo extremadamente altos y el stock en tiendas y hogares se está agotando".

"En marzo, el precio del trigo era seis veces más caro que en diciembre", ha resaltado la agencia de la ONU, advirtiendo de que "la situación de seguridad alimentaria de las personas que viven en Faluya es extremadamente preocupante y es probable que siga deteriorándose hasta que se garantice acceso a la ciudad".

Según el PMA, la principal área urbana de Faluya, en donde habría unos 60.000 civiles atrapados, lleva más de dos meses bajo asedio y sin que las agencias humanitarias tengan la posibilidad de acceder para repartir ayuda, especialmente en materia alimentaria. Desde diciembre, las agencias humanitarias no han entrado en la ciudad.

De acuerdo con la información obtenida de uno de los subdistritos de la ciudad, apenas hay trigo, azúcar, arroz o legumbres, por lo que la población se alimenta básicamente con patatas, lechuga y berenjenas que cultivan en zonas rurales próximas a la ciudad.

La alta tasa de desempleo en la ciudad, unida al creciente aumento de los precios, ha dejado a los habitantes sin capacidad de compra, a lo que se suma, según el PMA, la falta de combustible y gas para cocinar y el hecho de que apenas hay electricidad unas pocas horas al día.

SOPAS DE HIERBA

En un informe publicado la semana pasada, Human Rights Watch denunció que la situación dentro de Faluya era tan desesperada que los habitantes se han visto abocados a recoger harina del suelo o comer sopas elaboradas con hierba.

Según la información que la ONG consiguió obtener de un residente y de siete personas que hablaron que habitantes de Faluya el saco de 50 kilos de harina cuesta 750 dólares y una bolsa de azúcar 500, cuando en Bagdad los precios son de 15 y 40 dólares, respectivamente.

Una fuente médica del interior de la ciudad alertó en marzo a HRW de que, cada día, niños hambrientos llegan enfermos a un hospital local. Además, una autoridad iraquí entregó a la ONG una lista de 140 personas --en su mayoría ancianos y niños de corta edad-- que habrían muerto en los últimos meses por falta de comida o medicinas.

La agencia de noticias IRIN, especializada en información humanitaria, ha informado también de muertes por desnutrición. Sadoun Ubaid, el alcalde exiliado de la ciudad, ha explicado que "la muerte amenaza a los habitantes de Faluya por la falta de alimentos y medicamentos". Según Ubaid, en los últimos días cuatro niños murieron por no tener los medicamentos adecuados.

Una fuente médica dentro de Faluya ha confirmado a IRIN esta cifra. "Cada vez tenemos más casos de deshidratación y de personal médico incapaz de hacerle frente a esto o a la falta de alimentos", ha explicado, advirtiendo de "un verdadero desastre humanitario".

La situación es tan desesperada que IRIN ha podido confirmar el caso de una madre que optó por suicidarse junto a sus dos hijos atándose una piedra y lanzándose al río. "Se sentía perdida desde que su marido fue asesinado (por Estado Islámico) y ya no era capaz de alimentar a sus hijos", ha relatado un familiar de la misma.

Según Ubaid, ha habido al menos otros diez suicidios en la ciudad desde que las fuerzas iraquíes estrecharon el cerco sobre Faluya hace tres meses.