Historia de vida: Félix Céres y Alexis Rose Valancia

B.Garlaschi
CRUZ ROJA ESPAÑOLA
CRUZ ROJA CRUZ ROJA
Actualizado: martes, 23 diciembre 2014 11:50

MADRID, 23 Dic. (CRUZ ROJA ESPAÑOLA, LOURDES ÁLVAREZ) -

"Estamos muy agradecidos a Cruz Roja por nuestro nuevo colegio, un colegio mejor y más seguro"

Félix Céres es un chico de 17 años que cursa sus estudios en la Escuela Nacional de Galliard, en el municipio haitiano de Cayes Jacmel, Departamento del Sudeste, a la que también acude cada día Alexis Rose Valancia, una chica de 14 años. Ambos son alumnos de primer curso del Ciclo Fundamental y nos reciben sonrientes y dispuestos a relatarnos qué supone para ellos estudiar en este centro que desde hace poco más de un año tiene una nueva y reluciente imagen de la mano de Cruz Roja.

Félix lleva estudiando en Galliard desde el año 2006. Conoce perfectamente cómo era el centro antes de que un terremoto de gran magnitud lo destruyera en 2010 y cómo es ahora, gracias a la financiación de Cruz Roja Española y fondos de la Cruz Roja Ecuatoriana, que se ha encargado de construir un nuevo centro. Tras el terremoto, "la escuela original quedó totalmente destruida" y "durante casi cuatro años, los alumnos estuvimos dando clases en tiendas de campaña", nos explica Félix. Alexis, por su parte, sólo lleva un año en el centro, pero es consciente de las condiciones en las que, durante un tiempo, sus compañeros se vieron obligados a dar clase. "Siento que estoy en un buen lugar porque los profesores están siempre en clase y puedo hablar con ellos, no tengo que pasarme días buscándolos, como hacía antes en mi colegio anterior". "Ya no estoy obligada a ir a un colegio por la mañana y a otro por la tarde, puedo cursar todas mis asignaturas en Gaillard" recalca.
Tanto Alexis como Félix están profundamente agradecidos a Cruz Roja por haber reconstruido el colegio para ellos. "Ahora, tenemos mucho espacio para trabajar en las clases y hasta un patio de recreo para juegos, nos sentimos muy a gusto aquí, tenemos un colegio muy confortable, estamos muy orgullosos", nos comentan.
Llegar hasta la Escuela Nacional de Galliard no es tarea fácil. Necesitamos un 4x4 para, tras atravesar el río, sortear caminos empedrados y con mucha pendiente. Ni siquiera puedes mantener una conversación y pretender que se te entienda con tantos baches. De hecho, la dificultad del terreno ralentizó en su día los trabajos de construcción del nuevo centro y cuesta llegar a imaginar cómo un camión podía subir y bajar diariamente cargado de material por semejante paraje.
He de decir, que el entorno que tengo ante mis ojos es bellísimo, inmenso y lleno de luz por la fuerza con la que brilla sol. Un sol que ilumina de un verde más intenso, aún si cabe, la vegetación. Miles de plataneros nos rodean a ambos lados del sendero durante todo el trayecto. Es inevitable no disfrutar del paisaje.
Pero Félix y Alexis no tienen la suerte de conducir un todoterreno como nosotros, sino que vienen a pie todos los días. Félix vive muy lejos del colegio, cerca del río, junto a la que fuera la primera central hidroeléctrica del Caribe y que, aún hoy en funcionamiento, abastece a toda la zona. Generalmente, emplea hora y media caminando para acudir a clase, "una hora, si va con prisas", puntualiza. Aunque no alcanzo a comprender cómo uno puede andar deprisa por un terreno como éste. Para Alexis, la caminata es algo más corta, pero igual de pesada. Ambos nos aclaran que en ocasiones, las fuertes lluvias les obligan a quedarse en casa. Por contra, si por el camino les sorprende la lluvia, se ven obligados a descalzarse, si quieren continuar avanzando, ya que el terreno es extremadamente resbaladizo. Llegan incluso a correr, si no llevan paraguas consigo, lo cual resulta muy peligroso.
Tanto Félix como Alexis van acompañados a la escuela. Félix es mayor y se hace cargo de sus primos y sobrinos pequeños. No olvidemos que en Haití los niños empiezan desde muy temprana edad a acudir solos a clase, sin sus padres, siempre bajo la tutela de un mayor. Por su parte, Alexis acude siempre con su hermano mayor, que desde septiembre de este año estudia también en el mismo centro.

El nuevo centro escolar, que recientemente ha cumplido su primer aniversario, ha supuesto una mejora notable para toda la comunidad. Tanto Félix como Alexis coinciden en señalar que "la nueva construcción es mucho más eficaz y todos estamos muy contentos con el resultado, con las instalaciones y su funcionamiento".
Alexis y Félix sólo tienen palabras de gratitud hacia Cruz Roja Española y no dejan de felicitarnos por el trabajo realizado. "Nos han hecho un gran regalo que cuidaremos siempre", subrayan.
Estas palabras de agradecimiento también son compartidas por el profesorado y el equipo directivo. Jean Julien André Jules es el Director del Ciclo Fundamental y Benjamín Pierre, el censeur. Ambos nos dan una cálida bienvenida al llegar al centro y valoran muy positivamente la labor de Cruz Roja Española, pues gracias a ella, "los alumnos y alumnas de Gaillard tienen la suerte de poder ir a la escuela y dar clase en unas condiciones dignas", al tiempo que lo hacen, en "unas aulas más frescas y mucho mejor que las anteriores". "La diferencia es notable, hemos ganado en calidad y en seguridad", concluyen.

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