ÁMSTERDAM, 7 Abr. (Reuters/EP) -
Los holandeses han rechazado contundentemente con un 64 por ciento de los votos el tratado entre la UE y Ucrania para unas relaciones políticas y económicas más estrechas, si bien solo el 32 por ciento acudieron a las urnas en el referéndum de este miércoles.
El tratado, que ya fue firmado por el Gobierno del primer ministro holandés, Mark Rutte, y aprobado por los demás países de la UE así como Ucrania, entró en vigor de forma provisional el pasado enero.
Según los resultados oficiales publicados este jueves, el 64 por ciento de los votantes se pronunciaron en contra del mismo, mientras que el 36 por ciento lo hicieron a favor. En cuanto a la tasa de participación, del 32 por ciento, es inferior a recientes elecciones y supera por poco el mínimo para que el resultado sea considerado válido.
Aunque la consulta no era viculante, Rutte reconoció el miércoles por la noche que era políticamente imposible para su impopular gobierno seguir ratificando el tratado en su forma actual. Sin embargo, dado que Países Bajos ocupa actualmente la presidencia de turno de la UE, Rutte necesitará tiempo para ver si puede y en qué manera alterar el tratado de forma que satisfaga a todas las partes.
Rutte dijo que el Ejecutivo consultará con el Parlamento y los socios europeos "paso a paso". "Eso podría llevar días o semanas", reconoció.
Por su parte, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha dicho este jueves que su país seguirá avanzando hacia la UE pese al voto holandés. "Bajo cualquier circunstancia seguiremos aplicando el acuerdo de asociación con la UE, incluido el acuerdo de libre comercio", ha declarado desde Tokio.
Cualquier cambio propuesto al acuerdo entre la UE y Ucrania tendrá que ser aprobado por ambas cámaras del Parlamento holandés, incluido el Senado, donde la coalición de Rutte carece de mayoría. Algunos analistas han predicho la caída de la coalición por esta cuestión, si bien no está previsto que el país celebre elecciones en marzo de 2017.
Por su parte, el principal rival de Rutte, el político euroescéptico y anti-inmigración Geert Wilders, cuya popularidad ha alcanzado su máximo durante la crisis de refugiados, ha considerado el resultado como "el principio del fin" para el Gobierno de Rutte y la UE en su versión actual.
"Si dos tercio de los votantes dicen no, eso es una moción de censura por parte del pueblo contra la elite de Bruselas y La Haya", ha tuiteado.