MADRID 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
Humans Right Watch (HRW) ha instado al Gobierno iraquí a investigar el ataque aéreo perpetrado por el Ejército el pasado 1 de septiembre, que impactó en un colegio en el que residían desplazados cerca de Tikrit provocando la muerte de al menos 31 civiles y ha advertido de que la lucha contra el Estado Islámico no da "carta blanca" para ejecutar bombardeos.
La organización ha indicado que tres supervivientes del ataque han asegurado que en el colegio, en el que se habían refugiado desplazados por la violencia que atraviesa el país, no se encontraba ningún miliciano del Estado Islámico ni cualquier otro objetivo militar.
"Los aliados de Irak en el combate contra el Estado Islámico tienen que presionar a Bagdad para que ponga fin a este tipo de violencia", ha afirmado el relator especial de HRW Fred Abrahams mediante un comunicado.
"El Estado Islámico es increíblemente brutal, pero no hay excusa para lo que el Gobierno iraquí está haciendo", ha criticado Abrahams. El relator ha recordado que el primer ministro, Haider al Abadi ha ordenado al Ejército poner fin al bombardeo de zonas civiles, "incluidas las zonas controladas por el Estado Islámico".
EL GOBIERNO DEFIENDE EL ATAQUE
Respecto al bombardeo del colegio, el Ejecutivo ha explicado a HRW que el Ejército lanzó un proyectil contra un coche, al sospechar que estaba trasladando a milicianos suníes. El vehículo conducía cerca del colegio y supuestamente transportaba explosivos, provocando una fuerte explosión que fue "más grande de lo normal".
Sin embargo, los tres testigos con los que ha contactado la ONG han asegurado que en el colegio se habían refugiado unas 70 personas pertenecientes a una familia desde hacía unos dos meses. El grupo había abandonado Tikrit cuando el Estado Islámico se apropió de la localidad el pasado mes de junio.
"No había nadie del Estado Islámico en el colegio", ha asegurado uno de los entrevistados. "Todos somos miembros de una tribu y según nuestras tradiciones no dejamos que ningún extranjero se siente con nuestras familias", ha explicado a HRW.
Los testigos han cifrado en 31 los fallecidos, de los que ocho eran mujeres y 24 eran niños. Además, resultaron heridas al menos 41 personas, de los que unos quince eran menores de edad.
"IRAK NO PUEDE TENER CARTA BLANCA"
La organización ha indicado que una serie de ataques a los que ha tenido acceso "revelan un patrón de bombardeos aéreos en zonas residenciales", empleando todo tipo de fuerzas aéreas. Los misiles han impactado cerca de mezquitas, instalaciones gubernamentales, hospitales y estaciones energéticas.
En este sentido, la ONG ha advertido a los países de la comunidad internacional que ofrecen su respaldo al Gobierno iraquí de que este apoyo militar debe asegurar que no está siendo utilizado para cometer ninguna violación de las normativas de guerra.
"La lucha contra el escandalosamente abusivo Estado Islámico no puede dar carta blanca al Gobierno iraquí para matar a decenas de civiles sin un objetivo militar claro", ha criticado Abrahams.