KINSHASA, 3 Abr. (Reuters/EP) -
La oposición ha convocado para este lunes una huelga general para protestar por los retrasos en la convocatoria de elecciones en medio de fuertes medidas de seguridad ostensibles en toda la capital, Kinshasa.
Decenas de manifestantes murieron a finales del año pasado en las protestas por los retrasos electorales, pero la jornada de huelga de este lunes se ha desarrollado de forma pacífica, aunque los comercios y las sucursales bancarias permanecen cerradas.
Tampoco ha abierto sus puertas el mercado más importante de la ciudad, normalmente abarrotado, y solo un puñado de coches transitan por las calles del principal paseo de Kinshasa, una ciudad de más de 10 millones de habitantes.
"No podía ir a trabajar (...). Es mi forma de apoyar a la oposición. Queremos cambios", ha explicado un trabajador de un banco que pidió no ser identificado por miedo a represalias.
También la ciudad de Goma, en el este del país, ha amanecido tranquila este lunes, aunque también destacaba la fuerte presencia policial, relatan vecinos de la localidad. También en la ciudad de Lumbumbashi hay consecuencias del paro.
El Gobierno y parte de la oposición acordaron en 2016 aplazar las elecciones, a pesar de que el mandato del presidente, Joseph Kabila, llegaba a su fin en diciembre de 2016. Los opositores a Kabila han denunciado en numerosas ocasiones que el mandatario está aplazando los comicios de forma intencionada para mantenerse en el poder más allá de su mandato.
A finales de diciembre, el presidente se comprometió a dimitir tras las próximas elecciones, según un acuerdo de reconciliación cerrado por los distintos partidos políticos. El acuerdo, logrado con la mediación de la Conferencia Episcopal, obliga a Kabila a abstenerse de cambiar la Constitución para intentar presentarse de nuevo.
El pacto garantizaría el que podría ser el primer traspaso pacífico de poderes en el país africano desde la independencia, en 1960. Kabila llegó al poder en 2001, en sustitución de su padre, Laurent, que murió asesinado.
Sin embargo, la semana pasada la Conferencia Episcopal anunció su renuncia a seguir mediando por la falta de avances en la aplicación del acuerdo, lo que ha generado protestas esporádicas y la convocatoria de una gran manifestación de protesta para el 10 de abril por parte del principal partido de la oposición, la Unión por la Democracia y el Progreso Social (UDPS).
