MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha anunciado este lunes que la Unión Europea debería tomar medidas firmes en respuesta a los últimos cambios constitucionales adoptados por el Parlamento de Hungría, por considerarlos un "desprecio del Estado de derecho".
"Estos últimos cambios no dejan ninguna duda sobre el desprecio del Gobierno húngaro por el Estado de derecho", ha declarado la investigadora para Europa del Este y los Balcanes de HRW, Lydia Gall. "La disposición del Gobierno para evitar el Tribunal Constitucional y alterar la Constitución para sus fines políticos pone de relieve la necesidad de una reacción coordinada de la UE", ha añadido.
Las enmiendas de la Constitución adoptadas ayer limitan el mandato del Tribunal Constitucional ya que impiden que se adopten las decisiones tomadas antes del 1 de enero de 2012, cuando se impuso la nueva Constitución que puso fin al control del Tribunal sobre la sustancia de las enmiendas.
Aparte, los cambios adoptados autorizan que las leyes y las autoridades locales criminalicen a las personas sin hogar. En noviembre de 2012, el Tribunal Constitucional anuló una ley similar a la enmienda aprobada ayer.
La nueva Constitución define a la familia como un matrimonio entre un hombre y una mujer o como una relación entre padres e hijos, lo que es discriminatorio para aquellas familias formadas por personas del mismo sexo o para aquellas cuyos miembros no están casados.
Las nuevas disposiciones de la Carta Magna húngara limitan la libertad religiosa ya que le otorga al Parlamento el derecho exclusivo de decidir qué organizaciones religiosas son consideradas "confesiones religiosas" a efectos de la legislación interna del país.
EL FIDESZ
Estas enmiendas son las últimas de una serie de cambios problemáticos, tanto legales como constitucionales, introducidos por el partido en el poder, el Fidesz, desde que ganó las elecciones con mayoría absoluta en 2010. Según HRW, los cambios han debilitado la libertad de los medios de comunicación, la independencia judicial y el poder del Tribunal Constitucional.
La ONG considera que la nueva Constitución, combinada con el flagrante desprecio del Gobierno húngaro por las sentencias del Tribunal Constitucional, está en contradicción con los valores fundamentales de la UE e ignora numerosas recomendaciones efectuadas por las instituciones europeas.
"El Gobierno húngaro no quiere escuchar ni a Bruselas, ni a sus propio Tribunal Constitucional", ha considerado Gall. "Es hora de que la UE intensifique su respuesta, incluso considerar seriamente suspender los derechos de voto de Hungría en virtud del artículo 7 del Tratado de la UE", ha concluido.
El artículo 7 permite la suspensión del derecho a voto de un miembro de la UE si sus acciones suponen un riesgo claro de violación de los valores comunes de la Unión.
