JERUSALÉN 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía del Distrito Centro israelí ha presentado este domingo formalmente cargos contra el ciudadano belga-iraní Alí Mansuri reclutado por la Guardia Revolucionaria iraní para preparar atentados en territorio israelí. Mansuri aprovechó su nacionalidad belga adquirida tras un matrimonio para viajar a Israel en varias ocasiones y tomar fotografías de ubicaciones como la Embajada estadounidense o el Aeropuerto Internacional Ben Gurion.
En concreto, se han presentado cargos por espionaje y por ayudar al enemigo en tiempo de guerra ante el Tribunal del Distrito de Lod y se ha solicitado su encarcelamiento hasta que concluya el proceso judicial, informa el diario 'Jerusalem Post.
Según la Fiscalía, Mansuri nació en 1958 en Irán, donde vivió hasta 1980, según según los datos de la Inteligencia israelí. Tras casarse con una mujer en Bélgica, en 2005, adoptó el nombre de Alex Mans y la ciudadanía belga. Se divorció al año siguiente, pero mantuvo su nombre.
El pliego de cargos sostiene que Mansuri fue reclutado en Irán en febrero de 2012 por la Fuerza Quds (Fuerza Jerusalén), la sección de la Guardia Revolucionaria iraní encargada de exportar la revolución islámica y las operaciones en el exterior con el fin de llevar a cabo atentados terroristas en Israel y se le ofreció a cambio un millón de dólares.
Después de ser reclutado fue recibiendo encargos adicionales para mejorar los lazos con los empresarios israelíes y así tener garantizado el continuo acceso al país, que visitó en tres ocasiones durante los últimos doce meses hasta su detención, el pasado 12 de septiembre. Mans fue arrestado por agentes del Servicio de Inteligencia Nacional de Israel, el Shin Bet, y de la Policía israelí en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion, cerca de Jerusalén, cuando intentaba abandonar el país.
Los servicios de seguridad israelíes sospechan que los negocios de Mans funcionaban como tapadera de sus operaciones de contrainteligencia y que la República Islámica estaba intentando utilizarle para saltarse el embargo comercial y financiero al que está sometida por la comunidad internacional.
Las empresas ficticias y la infraestructura montadas por Mansuri servirían para que en un futuro otro agente iraní viajara a Israel. Tras cada uno de los viajes a Israel, Mansuri se desplazaba a Irán para informar y para recibir instrucciones.
Tras su detención, Mansuri mantuvo su coartada, tal como le habían ordenado sus superiores, pero finalmente reconoció que se trataba de una identidad falsa y confesó que trabajaba para los servicios secretos iraníes.