NAIROBI, 30 Oct. (Reuters/EP) -
El jefe de la Comisión Electoral keniana, James Oswago, y otros tres algos cargos han sido imputados este miércoles por un tribunal anticorrupción por supuestas irregularidades en la compra de un novedoso sistema de recuento de votos valorado en 1.300 millones de chelines (unos once millones de euros) que terminó fallando.
Los acusados serían responsables de cuatro cargos de prevaricación y de irregularidades en el proceso de adquisición, así como de no comprobar que los equipos suministrados funcionaban correctamente.
Oswago, su 'número dos' en la Comisión Electoral, Wilson Shollei, el director financiero, Edward Karisa, y el gestor de las compras, Willy Kamanga, han negado cualquier responsabilidad y han quedado en libertad condicional a la espera de su próxima comparecencia, prevista para el 14 de junio.
El escándalo se remonta a las elecciones presidenciales de marzo, en las que Uhuru Kenyatta obtuvo la victoria. La nueva tecnología, junto con un método de identificación biométrico, tenía por objeto evitar las dudas que surgieron sobre los resultados los anteriores comicios y que derivaron en enfrentamientos con al menos 1.200 muertes.
Los equipos servían, en teoría, para el envío directo de las cifras de votos a una base central de recuento y así evitar el traslado manual de las papeletas. Sin embargo, la caída del sistema terminó provocando retrasos en la publicación de los resultados y, por extensión, nuevas suspicacias en torno a la veracidad de los datos.
De hecho, el principal rival de Kenyatta en las elecciones, Raila Odinga, utilizó los fallos en los equipos de recuento como uno de sus argumentos para impugnar los resultados. El Tribunal Supremo confirmó la victoria de Kenyatta pero pidió que se investigase la compra del nuevo sistema informático.
