YAKARTA 7 Sep. (EP/AP) -
El Tribunal Supremo rechazó el 30 de septiembre la apelación de un miliciano islámico que intenta evitar la pena de muerte por su implicación en los atentados de Bali de 2002 donde murieron 202 personas, según informó hoy Djoko Sarwoko, uno de los tres jueces que forman parte del jurado.
Los abogados de Amrozi Nurhasyim, uno de los tres hombres que se encuentran esperando al pelotón de fusilamiento que terminará con sus vidas, argumentaron que su condena es ilegal ya que está basada en una ley anti terrorista que fue aplicada retroactivamente.
Nurhasyim, Ali Gufron y Imam Samudra se encuentran entre los más de 30 personas condenadas por los atentados, y confesaron haber participado en la trama. Inicialmente aceptaron la pena de muerte ya que insistían en que querían morir como mártires.
En julio preguntaron a sus abogados si podían apelar al darse cuenta de que las leyes aceptadas por el Tribunal Constitucional a mediados de 2004, aprobadas después de los atentados, no pueden ser usadas en casos anteriores a su adopción. Las decisiones para los casos de Gufron y Samudra "aún están pendientes", concluyó Sarwoko.