BAGDAD, 16 Nov. (EP/AP) -
Los ataques contra las tropas británicas e iraquíes se redujeron en un 90% en el este de Irak desde que el Gobierno británico retirara sus tropas de la ciudad de Basora, segunda ciudad más importante de Irak, según el comandante del Ejército británico, Graham Binns, en una visita a la Zona de Verde en Bagdad.
Alrededor de 500 tropas británicas se retiraron del antiguo palacio de Sadam Hussein de Basora en septiembre. Desde esta retirada se ha producido una importante reducción de los ataques, dijo Binns. "Nos paramos a pensar que si el 90% de la violencia se dirigía hacia nosotros, que podría pasar si retrocedíamos", añadió.
La pasada primavera, las tropas británicas patrullaban a diario por Basora, llegando "a estabilizar los enfrentamientos cara a cara con los milicianos, en algunas de las luchas de mayor exigencia técnica de la guerra", afirmó Binns. Ahora, las fuerzas británicas raras veces entran en el centro de la ciudad, que por el momento es un área patrullada sólo por iraquíes.
Ahora, la mayoría de los ataques se centran en las fuerzas iraquíes, que "cada vez más están en la estructura, más en peligro, asumiendo más responsabilidad", según el comandante sobre sus homólogos iraquíes. En este sentido, a mediados de diciembre los británicos tienen previsto devolver el control de toda la provincia de Basora a los responsables iraquíes, finalizando así con el papel británico en Irak.
El primer ministro británico, Gordon Brown, anunció el mes pasado que su contingente en Irak se reduciría a la mitad, descendiendo a 2.500. Reducción que ya se ha iniciado y de la que se espera que para finales de año haya 4.500 tropas ubicadas en el aeropuerto de Basora. A pesar de que varios responsables británicos afirmaron que no podrían garantizar que todas sus tropas regrasaran de Irak a finales de 2008, poniendo fin así a cinco años de invasión que se han cobrado la muerte de 171 soldados.
