También se bloquea la legislación sobre un reparto equitativo de la explotación del petróleo entre todos los grupos en Irak
BAGDAD, 26 Nov. (EP/AP) -
Diputados chiíes denunciaron hoy la propuesta de ley para rehabilitar a los ex miembros del partido de Sadam Husein, Baaz, en los servicios del Gobierno, aguando así las esperanzas de la coalición liderada por Estados Unidos para promocionar una reconciliación nacional.
El debate sobre si rehabilitar a antiguos miembros del partido de Sadam Husein ha supuesto un gran obstáculo para el Gobierno del primer ministro, Nuri al Maliki, de llevar a la minoría suní a un proceso político, lejos de apoyar a la insurgencia.
El Parlamento comenzó ayer el debate sobre la última versión de la medida, pero la sesión se pospuso después de que varios diputados que apoyan al grupo chií del clérigo Muqtada al Sadr comenzaran a dar golpes sobre su mesa en forma de protesta.
"El sistema judicial tiene algo que decir en esto. Hubo baazistas que cometieron crímenes y atrocidades contra la gente iraquí y tienen que probarlo", afirmó un diputado de al Araji, quien añadió que los diputados entendían que muchos antiguos miembros fueron forzados a unirse al partido Baaz, pero que las leyes no los distinguían lo suficiente de aquellos que aceptaron participar en la supresión de la mayoría de los chiíes.
"Tenemos que compensar primero a las familias de aquellos que fueron asesinados y encarcelados y después discutiremos la ley", añadió.
El borrador tampoco ha sido bien acogido por otros miembros chiíes de otros partidos políticos. "Este borrador se suma a los inesperados perdones del Gobierno", dijo la diputada, Safiya al Suhail, cuyo padre murió a manos de antiguos agentes de Sadam en Beirut, en 1990.
"No hay castigo para los que hacen el mal", afirmó. "Las víctimas del antiguo régimen deberían ver justicia hecha sobre ellos. No aceptaremos una reconcialiación nacional a expensas de la justicia", añadió.
Por su parte, el diputado kurdo, Mahmoud Othman, anunció que la medida se volvería a discutir el miércoles. "Creo que es una buena medida en general", dijo Othman. "El país está en una extrema necesidad de una reconciliación nacional... Los iraquíes deberían abandonar la revancha y adoptar el perdón", añadió.
Otro tema que genera polémica es la necesidad de desarrollar leyes para un reparto equitativo de la riqueza del petróleo iraquí entre la variedad de etnias y grupos religiosos. En este sentido, las autoridades kurdas, que disfrutan de la autoregulación del territorio del norte rico en petróleo, insisten en su derecho de perforación y exploración con contratos a empresas extranjeras a pesar de las objeciones del Gobierno central.
Los kurdos han firmado hasta ahora ocho contratos y se espera que firmen otros nuevos para llevar a cabo las operaciones en el área, pero el Ministerio de Petróleo anunció la semana pasada que los contratos eran inválidos y que las compañías extranjeras que los habían firmado corrían el riesgo de pasar a formar parte de la lista negra del Gobierno iraquí.
"Me gustaría decir francamente que el Ministro de Petróleo iraquí, Hussain al Shahristani, no puede anular ningún contrato que el Gobierno de Kurdistán ha contraído con compañías extranjeras", declaró el primer ministro de la semiautónoma región, Nechirvan Barzani.
Y, añadió, que "el Gobierno de Kurdistán continuará con los contratos dentro del contexto de la constitución de Irak, y si hay algún otro problema de este tipo, tenemos una Corte institucional y al-Shahristani puede recurrir a esta Corte".
El pasado febrero, el Gabinete iraquí aprobó una ley para regular la industria del petróleo en el país, pero el Parlamento la devolvió al gabinete alegando tecnicidades legales. Desde entonces, las negociaciones sobre la medida se han atascado. Por su parte, el pasado agosto los kurdos promulgaron su propia ley del petróleo para regular el sector en la región.
Esta paralización política pone de manifiesto el fracaso para conseguir una reconciliación que podría contener el progreso militar de contener la violencia que continua a pesar de la tregua.