EEUU muestra su satisfacción por el mandato reforzado de la ONU en Irak, aunque asegura que seguirá cumpliendo con "su parte" en Irak
NUEVA YORK, 10 Ago. (EP/AP) -
El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado por unanimidad una resolución, patrocinada por Estados Unidos y Reino Unido, para ampliar las competencias de Naciones Unidas en Irak con el objetivo de contribuir a la reconciliación nacional del país, recabar el respaldo de los países vecinos de Irak y abordar la crisis humanitaria que vive el país. Asimismo, la resolución amplía la presencia del organismo al extender un año el mandato de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en ese país (UNAMI).
La resolución autoriza a Naciones Unidas, a petición del Gobierno iraquí, a ayudar a promocionar un diálogo político entre los grupos étnicos y confesionales en Irak, así como un debate regional sobre cuestiones que incluyen cuestiones fronterizas, de seguridad, energéticas y sobre los refugiados.
Estados Unidos y Reino Unido copatrocinaron el borrador de resolución --los dos países con más efectivos militares desplegados en Irak-- con la intención de que la ONU desempeñe un rol más importante en el proceso de pacificación de Irak por ser considerado un organismo más neutral, capaz de mediar entre las comunidades en liza.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, recibió con buenos ojos la decisión del Consejo de renovar el mandato del organismo en Irak y reforzar su misión. "Naciones Unidas está profundamente comprometida para ayudar a la población de Irak y estoy contento de tener la oportunidad de reforzar, hasta donde sea posible, nuestra contribución en áreas esenciales como la reconciliación nacional, el diálogo regional y la asistencia humanitarias y en favor de los Derechos Humanos", explicó Ban al Consejo.
"Un futuro en paz y próspero es algo que los iraquíes deben construir por sí mismos, con el apoyo y la coordinación de la comunidad internacional a estos efuerzos. Naciones Unidas está contenta de trabajar estrechamente con sus líderes y población para explorar cómo podemos aumentar nuestra asistencia de acuerdo con el mandato de esta resolución". añadió.
La resolución autoriza a la misión de la ONU a "asesorar, apoyar y asistir el Gobierno y a la población de Irak para avanzar hacia la reconciliación nacional y diálogo político inclusivos", es decir, que integre a las comunidades chií, suní, kurda y minoritarias.
MANDATO REFORZADO
El mandato reforzado del organismo le permitirá tratar de impulsar "un diálogo regional, incluso sobre cuestiones tales como seguridad fronteriza, energía y refugiados" y buscar formas para "resolver las fronteras internas disputadas", aceptables para el Ejecutivo iraquí.
El borrador original fue revisado para abordar más las cuestiones centradas en Derechos Humanos, protección de civiles y promoción de la seguridad del personal humanitario. La ONG Amnistía International, por boca de su secretaria general, Irene Khan, criticó que el proyecto de resolución inicial guardaba "silencio sobre los abusos masivos de Derechos Humanos que a diario ocurren en Irak y sobre el empeoramiento de la crisis humanitaria en el país".
A juicio del embajador norteamericano ante la ONU, Zalmay Khalilzad, la aprobación del texto "introduce una nueva fase en el papel de la ONU en Irak" al extender las competencias en tres aspectos: proporcionar asistencia y conocimientos a la población y al Gobierno iraquíes en el proceso de reconciliación nacional, promover un entendimiento regional que apoye a dicha reconciliación en Irak y gestión de los recursos que contribuyan a aliviar la crisis humanitaria en el país.
"Estamos contentos de aumentar el papel de la ONU para ayudar a los iraquíes a diseñar su futuro", reconoció Khalilzad, al tiempo que insistió en que "Estados Unidos continuará compartiendo su responsabilidad de asistir al Gobierno y a la población iraquíes". "Estamos totalmente comprometidos con el éxito en Irak", aseguró, incidiendo en que Estados Unidos cumplirá con "su parte para ayudar a la ONU en seguridad y logística".
Asimismo, el embajador norteamericano --anterior embajador en Irak-- subrayó su deseo de que ésta "sea una plataforma para el apoyo internacional al Gobierno y a la población iraquíes". "Esta resolución ratifica la creencia mayoritaria de que lo que ocurre en Irak tiene implicaciones estratégicas no sólo en la región sino en el mundo entero", añadió.
Previa votación de la resolución, el ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, remitió una carta oficial al Consejo de Seguridad solicitando "en el interés de Irak" la ampliación de las competencias de Naciones Unidas "tanto en el panorama humanitario como político, nacional y regional".
Zebari aduce en su misiva que esta petición es esencial "especialmente en lo que respecta a la facilitación del regreso a Irak de las agencias especializadas de la ONU, fondos y programas y para reconstruir y estabilizar el país, así como para impulsar un amplio esfuerzo para reconstruir la infraestructura deteriorada".
La misión de la ONU en Irak contribuyó a organizar las primeras elecciones democráticas en el país en décadas, a elaborar el borrador de Constitución iraquí, además de promover las instituciones para un Gobierno representativo, aunque sus operaciones en el día a día se han visto fuertemente restringidas debido a los graves problemas de seguridad.
En la actualidad, la ONU emplea a 65 personas en Bagdad, ciudad de donde decidió retirar su sede en octubre de 2003 después de que un atentado en agosto de ese año contra su oficina provocara la muerte de 22 empleados del organismo internacional, entre ellas, la del enviado especial de la ONU en Irak, Sergio Vieira de Mello.
El secretario general adjunto para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, adelantó el pasado martes, tras reunirse con el Consejo de Seguridad, que Naciones Unidas podría incrementar a 95 el número de trabajadores internacionales en Irak para octubre.