GINEBRA, 21 May. (EUROPA PRESS) -
Las tropas estadounidenses integradas en las Fuerzas Multinacionales de Irak han detenido a alrededor de 2.400 niños en Irak desde que comenzó la invasión en 2003 y mantienen bajo custodia a más de 500 menores iraquíes por considerar que representan una "amenaza a la seguridad", según advirtió hoy la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW), que advirtió del riesgo de que estos menores sufran abusos físicos.
El Comité de Derechos del Niño de la ONU revisará mañana en Ginebra el cumplimiento por parte de Estados Unidos de las normas internacionales que prohíben el uso de niños soldado y que obligan a los Estados a colaborar en la recuperación y reintegración de los menores que caigan en su poder.
Según HRW, organización con sede en Nueva York, desde 2003 las tropas norteamericanas han detenido a alrededor de 2.400 niños, algunos de ellos de sólo diez años de edad. Las detenciones de menores aumentaron considerablemente en 2007, pasando de los 25 al mes de 2005 a los cien mensuales del año pasado. Buena parte de los niños permanecen encarcelados en la base estadounidense de Camp Cropper, en Bagdad, pero también hay menores en otros centros de detención del Ejército norteamericano, como Camp Bucca, cerca de Basora (sur).
En la actualidad, según HRW, las fuerzas estadounidenses mantienen bajo custodia a 513 niños, a los que ha calificado como "amenaza a la seguridad", y se sabe que han transferido a un número indeterminado de menores a las autoridades iraquíes. La resolución 1546 del Consejo de Seguridad autoriza la detención de iraquíes por "amenazas a la seguridad", pero Estados Unidos se vale de esta figura para detener a personas sin garantías judiciales y sin respetar sus derechos básicos, según la organización.
Un informe reciente de la Misión de Naciones Unidas de Asistencia en Irak (UNAMI) advirtió de que estos niños corren riesgo de sufrir abusos físicos. Las autoridades norteamericanas aseguraron recientemente a Human Rights Watch que los niños están separados de los adultos, pero no aíslan a los niños muy jóvenes o particularmente vulnerables del resto de menores detenidos.
SIN ACCESO A ABOGADOS NI FAMILIARES
Los niños bajo custodia estadounidense, según la organización, pueden ser interrogados durante días e incluso semanas por las unidades militares antes de su traslado a los principales centros de detención, al igual que se hace con los adultos. A principios de este año las autoridades norteamericanas confesaron a HRW que estos menores no tienen acceso a abogados y apenas se les permite contactar con sus familiares. El Ejército les asigna un abogado militar que, según la organización, "no tiene formación sobre justicia juvenil ni sobre desarrollo del niño".
El pasado mes de febrero, un informe reveló que la media de estancia de cada niño en un centro de detención era de 130 días, pero algunos habían permanecido más de un año bajo custodia sin cargos y a la espera de juicio, "en violación de las normas de la Autoridad Provisional de la Coalición sobre procedimientos criminales", que fija en doce meses el tiempo máximo en que puede estar detenida "cualquier persona menor de 18 años", según HRW.
En agosto de 2007, Estados Unidos puso en marcha la 'Casa de la Sabiduría' (Dar al Hikmah) en Camp Cropper con la intención de educar a alrededor de 600 prisioneros de entre once y 17 años de edad pendientes de libertad o de ser entregados a las autoridades iraquíes. No obstante, las autoridades estadounidenses admitieron este mismo mes de mayo que sólo "200 ó 300" de los 513 niños detenidos habían sido inscritos en las clases.
La organización advirtió también de que los niños que son entregados a las autoridades iraquíes corren riesgo de sufrir abusos físicos, al igual que los adultos, y de padecer unas condiciones de confinamiento inhumanas. Las fuerzas norteamericanas incluso aplazaron este mes una entrega de 130 niños al centro de detención iraquí de Al Tobchi debido a sus pésimas condiciones de vida.
Una delegación de UNAMI que visitó este centro recientemente detectó graves problemas de higiene y de hacinamiento. El número de reclusos duplicaba la capacidad del centro, que sólo cuenta con 200 camas, hasta el punto de que los niños tenían que compartir la cama, dormir por turnos o pasar la noche en el suelo, sin colchones.
Hasta la fecha, las autoridades de Estados Unidos no han facilitado las cifras sobre el número de niños entregados a Irak. Según UNAMI, en diciembre de 2007 fueron transferidos 89 menores. Entre ese mes y el pasado mes de marzo el número de menores en poder de Estados Unidos se redujo en 450, pero se ignora si fueron liberados o si fueron entregados a las autoridades locales.