BAGDAD, 26 Nov. (EP/AP) -
El Gobierno iraquí está dispuesto a permitir la presencia indefinida de tropas de Estados Unidos en el país, y priorizar las inversiones norteamericanas a cambio de recibir la protección de Washington frente a hipotéticos golpes de estado contra el actual Ejecutivo de Bagdad.
Esta propuesta es uno de los primeros indicadores de la relación entre ambos países cuando Estados Unidos ordene el regreso de la mayor parte de su contingente militar destinado a Irak.
Como parte de ese acuerdo, Bagdad habría solicitado el final de la misión actual de la fuerza coordinada por Naciones Unidas en el país, así como la cancelación de todas las restricciones impuestas por la organización internacional en relación a la soberanía iraquí, que no funciona todavía a pleno rendimiento desde la invasión de Kuwait en 1990.
Desde Irak, fuentes parlamentarias aseguran que sólo el bloque de Muqtada al Sadr se ha opuesto a este plan, estudiado ayer en sesión a puerta cerrada durante tres horas.