RAMADI (IRAK), 8 Jul. (EP/AP) -
Jeques suníes y algunos líderes comunitarios se reunieron el sábado en esta ciudad al oeste de Bagdad, y prometieron combatir el terrorismo y restaurar la paz y la seguridad en la provincia de Anbar, que desde hace años ha sido un enclave de la insurgencia.
Asimismo, hicieron un llamamiento para la liberación de personas que, habiendo sido detenidas, no habían sido acusadas de ningún delito, y pidieron una mayor participación en el grupo que representa los intereses de los suníes.
El encuentro, al que asistieron decenas de dirigentes suníes, entre ellos líderes tribales, clérigos y profesores, tuvo lugar en la sede del consejo provincial en Ramadí, que solía ser un enclave rebelde hasta que muchos integrantes de tribus decidieron combatir al grupo terrorista Al Qaeda.
Entre los presentes había integrantes del grupo Despertar de Anbar, que fue formado en abril por más de 200 jeques suníes que indicaron que este grupo se convertiría en un partido político nacional. Su plataforma contempla la oposición a Al Qaeda y a la cooperación con el Gobierno. También asistieron funcionarios del Partido Islámico Iraquí, el mayor grupo suní en Irak.
Al final del encuentro, los participantes emitieron un comunicado en el que señalaron que habían acordado "formar un frente contra el terrorismo y derrotarlo", así como trabajar unidos para recuperar la vida que había en la provincia anteriormente, construir las instituciones gubernamentales y brindar servicios a sus ciudadanos.
