BAGDAD, 13 Ago. (EP/AP) -
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, se reunirá mañana con los tres miembros del Consejo de la Presidencia --formado por el presidente iraquí, Jalal Talabani y los vicepresidentes, Tariq al Hashemi, suní, y Abdul Mahdi, chií--, así como con el presidente del semiautónomo Kurdistán iraquí, Masud Barzani, para tratar de salir de la crisis política, acuciada en el país tras la salida del Ejecutivo de los ministros del Frente para el Acuerdo Iraquí.
La cumbre, prevista para hoy, se ha visto aplazada hasta mañana, después de que el embajador estadounidense en Bagdad, Ryan Crocker, telefoneara al vicepresidente iraquí, Tariq al Hashemi, el único suní invitado a la cita y cuya asistencia al encuentro hasta ahora permanecía en el aire, ya que tanto el gabinete de Abdul-Mahdi como el de Barzani confirmaron sus respectivas asistencias, pero el gabinete de Hashemi indicó que no revelará su decisión hasta esta tarde.
Según una destacada fuente oficial estadounidense en Bagdad, la reunión pretende impulsar cambios esenciales, dijo, en la "estructura, naturaleza y dirección del Estado iraquí" e indicó que Crocker estará disponible para consultas, de ser necesario, pero que no participará en las reuniones. "Esta es una iniciativa iraquí", matizó.
Al Hashemi ha sido capaz de bloquear la aprobación de proyectos legislativos --entre ellos el proyecto de ley del petróleo--, impidiendo su votación en el Parlamento, ya que la Constitución iraquí estipula que es necesario el voto unánime del Consejo de la Presidencia antes que iniciativas de ley importantes lleguen al Pleno del Parlamento para someterlas a votación.
El Frente para el Acuerdo Iraquí, el principal bloque suní en el Parlamento, anunció el pasado 1 de agosto su salida de la coalición de Gobierno, acusando al primer ministro de no cumplir con sus exigencias y dando un duro golpe a los esfuerzos de éste por reconciliar a las facciones rivales en el país.
Según explicó uno de los líderes del bloque suní Rafaa al Issawi la dimisión respondía a la falta de respuesta por parte de Al Maliki a una serie de exigencias que presentó a la coalición, entre ellas, liberar a todos los agentes de seguridad que no han sido imputados ni condenados por delitos específicos, desmantelar las milicias --incluidas las chiíes-- y la participación de todos los grupos representados en el Gobierno en materia de cuestiones de seguridad.
Con la marcha de los cinco ministros de la Lista Iraquí, partido del ex primer ministro Ayad Alaui, que anunciaron la semana pasada que dejarían de asistir a los Consejos de Ministros, el Gobierno de Nuri al Maliki se queda, al menos provisionalmente, sin ministros suníes.
