NUEVA YORK, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, lamentó la ejecución esta mañana en Bagdad de dos acusados que fueron juzgados y condenados junto con el ex mandatario iraquí, Sadam Husein, por crímenes contra chiíes en la localidad de Dujail.
El presidente del Tribunal revolucionario, Awad Hamad Al Bandar, y el hermanastro de Husein y jefe de los servicios secretos, Barzan Ibrahim, fueron ahorcados pese a los reiterados llamamientos de defensores de Derechos Humanos y gobiernos de diversos países a suspender su ejecución por las irregularidades registradas durante el proceso penal en el que fueron sentenciados.
En un comunicado, Arbour expresó una vez más sus preocupaciones para la falta de justicia e imparcialidad del juicio ante el Alto Tribunal Iraquí y recordó que las leyes internacionales sólo dan cabida a la pena capital bajo circunstancias muy limitadas y reguladas.
"La imposición de la pena de muerte después de un juicio y una apelación que no respetaron los principios que rigen estos procesos equivale a una violación del derecho a la vida", sostuvo.
La Alta Comisionada reiteró su oposición a la pena capital bajo cualquier circunstancia y advirtió de que, en este caso particular, además de irremediables, las ejecuciones pueden dificultar la impartición de justicia en "otros crímenes igualmente horrendos cometidos en Irak".
Arbour subrayó que sin justicia no podrá haber reconciliación nacional en Irak, "pero para que sea creíble y duradera, la lucha contra la impunidad debe basarse en el respeto a los estándares internacionales de Derechos Humanos y al Estado de derecho", puntualizó.
