NUEVA YORK, 9 Abr. (EP/AP) -
El soldado estadounidense Mario Lozano, procesado por los disparos que acabaron con la vida del agente de inteligencia italiano Nicola Calipari en marzo de 2005 en un puesto de control próximo a Bagdad, aseguró hoy que no tuvo otra opción que disparar, según informó el diario 'New York Post'.
Lozano declaró al diario que el vehículo en que viajaba Calipari tras liberar a la periodista Giuliana Sgrena no atendió a sus señales para que parara. Asimismo, aseguró que en primera instancia disparó contra el suelo y posteriormente contra el motor del automóvil.
"Hay una línea de advertencia, hay una línea de peligro y hay un línea para matar", explicó al diario desde el apartamento de un amigo en Nueva York. "Todo aquel que esté dentro de los cien metros se encuentra en una zona de peligro y tú tienes la obligación de sacarle de ahí", prosiguió. "Si dudas, regresas a casa en una caja, y yo no quería regresar en una caja. Hice lo que cualquier soldado hubiera hecho en mi lugar", añadió.
Lozano será juzgado en ausencie este mes por la muerte de Nicola Calipari, quien murió tiroteado cuando se dirigía al aeropuerto de Bagdad poco después de conseguir la liberación de la periodista Giuliana Sgrena, que había sido secuestrada. Otro agente y la propia periodista resultaron heridos.
