ROMA 3 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El nuncio y observador permanente del Vaticano ante Naciones Unidas en Ginebra, Silvano M. Tomasi, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que asuma un "liderazgo enérgico" con el que acabar con la situación de "odio y destrucción sin precedentes" que atraviesa Irak, desde la invasión liderada por las tropas estadounidenses.
Tomasi hizo estas declaraciones el pasado 17 de abril, durante su intervención en la Conferencia Internacional sobre Irak convocada por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, según dio hoy a conocer la sala de prensa del Vaticano.
En concreto, consideró que llegados a este punto, el gran desafío para lograr la paz en Irak consiste en "encontrar el camino hacia la reconciliación" y "reconstruir la voluntad de diálogo" en un país donde "parece que es más fácil morir que vivir" y donde la "creciente violencia y las atrocidades diarias" no sólo "están destruyendo innumerables vidas", sino la "esperanza" de todo un pueblo.
El nuncio manifestó que los incesantes episodios de violencia que asolan todo el territorio iraquí, tales como "enfrentamientos tribales, incursiones militares, secuestros, terrorismo internacional" traen a la memoria las duras advertencias manifestadas en 2003 por el Papa Juan Pablo II sobre las "tremendas consecuencias que tendría una operación militar internacional sobre el pueblo de Irak y sobre toda la región de Oriente Próximo".
Después de hacer balance sobre los estragos que ya ha causado y sigue causando este conflicto, Tomasi emplazó a la comunidad internacional a no ignorar a aquellos países que acogen a los ciudadanos iraquíes desplazados, subrayando la necesidad de brindarles apoyo "concreto y puntual" en este cometido.
"Sin esta solidaridad, las víctimas que escapan de la violencia corren el peligro de ser sometidas a nuevas formas de explotación y de ser privadas de servicios de salud y educación, vivienda y posibilidades de empleo", puntualizó.