Para fabricar bombas nucleares es necesario alcanzar el 90 por ciento de enriquecimiento
LONDRES, 9 Nov. (Reuters/EP) -
La Organización para la Energía Atómica de Irán (OEAI) ha anunciado este sábado que el país tiene ya capacidad para enriquecer uranio hasta el 60 por ciento, muy por encima del enriquecimiento necesario para cualquier uso civil, aunque aún lejos del 90 por ciento que requiere una bomba atómica.
"La Organización tiene la posibilidad de producir al 5, 20 y 60 por ciento de su capacidad", ha explicado un portavoz de la OEAI, Behruz Kamalvandi, en rueda de prensa desde la central nuclear de Fordow, según recoge la agencia de noticias iraní IRIB. "En este momento, la necesidad es del 5 por ciento", ha añadido.
La OEAI confirmó en la madrugada del jueves (la noche del miércoles en la España peninsular) el reinicio de sus trabajos de enriquecimiento de uranio en la planta de Fordow tras inyectar gas en las centrifugadoras. Así, resaltó que "todas las medidas han sido llevadas a cabo bajo la supervisión de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), según la agencia iraní de noticias Tasnim.
La AIEA ha confirmado durante la jornada que Irán trasladó a Fordow hexafluoruro de uranio y lo conectó a las centrifugadoras, sin hacer mención al enriquecimiento de uranio, tal y como ha recogido la agencia de noticias Reuters.
En este sentido, ha resaltado que verificó el miércoles que el cilindro de gas fue conectado a dos cascadas de centrifugadoras para su pasivación, "una actividad preparatoria que se lleva a cabo antes del enriquecimiento".
Un informe de la AIEA más detallado y enviado a los estados miembro de la organización apunta que otras cuatro cascadas de centrifugadoras instaladas en Fordow "siguen sin cambios", según Reuters, que ha tenido acceso al documento.
El acuerdo nuclear de 2015 prohíbe el uso de material nuclear en Fordow y, con la inyección de gas de uranio en sus centrifugadoras, la central ha abandonado su estado como centro de investigación para convertirse en una instalación nuclear activa.
La República Islámica acordó en 2015 convertir Fordow en un "centro nuclear, físico y de tecnología" en el que las 1.044 centrifugadoras se usarían para otros fines distintos al enriquecimiento, como la producción estable de isótopos, que tienen una amplia variedad de usos civiles.
TENSIONES EN TORNO AL ACUERDO
En 2018, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió que su país abandonara el acuerdo nuclear firmado en julio de 2015 y reactivó las sanciones contra Teherán, especialmente contra el sector petrolero.
Tras la salida de Estados Unidos, la República Islámica reclamó al resto de países firmantes que centraran sus esfuerzos en garantizar el cumplimiento del pacto en lo relativo a las relaciones comerciales con Irán y, posteriormente, anunció que iría abandonando los compromisos en materia nuclear contemplados en el pacto.
El acuerdo nuclear establecía que el nivel de pureza al que Irán podía enriquecer uranio sería como máximo el 3,67 por ciento, un porcentaje apto para la producción de energía para usos civiles y alejando del 90 por ciento que se necesita para fabricar armas nucleares. Irán niega que esté desarrollando armas nucleares.
El lunes, la República Islámica informó de que ha acelerado el enriquecimiento de uranio al doblar el número de centrifugadoras avanzadas IR-6 que tiene operativas, además de señalar que está trabajando en un prototipo llamado IR-9, que "trabaja 50 veces más rápido que las centrifugadoras IR-1".
El acuerdo nuclear, que implica la retirada de sanciones contra Irán, fue diseñado para aumentar el periodo de tiempo que la República Islámica necesitaría para acumular suficiente material fisible para fabricar una bomba nuclear, pasando de dos a tres meses a un cerca de un año por las restricciones a su programa atómico.
Irán, que sigue negando que vaya a fabricar bombas nucleares, ha dado otro plazo de dos meses a Reino Unido, Francia y Alemania para poder mantener el acuerdo. Teherán ha señalado que está abierto al diálogo si Washington retira todas las sanciones y vuelve a incorporarse al pacto.
En este sentido, ha insistido en todo momento que estos incumplimientos están contemplados por el acuerdo de 2015 en caso de que algunas de las partes dejara de mantener sus compromisos y ha resaltado que son "reversibles" en caso de que haya una respuesta a sus demandas.