LONDRES, 19 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -
El Ministerio de Exteriores de Reino Unido prevé convocar al embajador de Irán para expresar su malestar por las críticas en las que el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, calificaba al Gobierno británico de "malvado" durante su primera intervención pública desde que comenzaron los disturbios desencadenados tras las elecciones.
Después de que Jamenei censurase la injerencia de las potencias extranjeras y asegurase que la "más malvada" de todas era Reino Unido, el Foreign Office pretende recabar una explicación del embajador, Rasul Movaheddian, en una reunión convocada en la sede del Ministerio.
El aparato diplomático de Reino Unido considera que la alusión específica del ayatolá fue empleada como excusa en lugar de nombrar a Estados Unidos y evitar así sabotear la recuperación de las relaciones con Washington que ha abierto la Presidencia de Barack Obama.
Por su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, declaró desde Bruselas, donde asiste al Consejo Europeo, que tanto su país como los Veintisiete en su conjunto aspiran a mantener "buenas relaciones" con Teherán, pero subrayó que la competencia para decidir su futuro en las elecciones corresponde a los votantes.
Además, recordó que "el mundo entero está mirando a Irán", no sólo al discurso clave de hoy, puesto que "lo que está pasando hoy ha estado pasando en las últimas semanas". En consecuencia, advirtió de que Reino Unido, "igual que la Unión Europea al completo, condena el uso de la violencia" y de la censura mediática, así como el "intento" de encarcelar "prisioneros políticos por expresar sus opiniones".
En este sentido, Brown aclaró que aunque "lo que se quiere son buenas relaciones en el futuro", éstas "dependerán de que Irán sea capaz de mostrar al mundo que sus elecciones se han desarrollado de manera limpia y que no hay ninguna supresión de derechos en el país".
