Irán.-La oposición iraní exige a EEUU que reasuma su responsabilidad de proteger el campo de refugiados de Ashraf (Irak)

Actualizado: sábado, 15 agosto 2009 17:34

Los desplazados denuncian la "brutal" incursión del Ejército iraquí, que dejó en julio una decena de muertos y cientos de heridos

MADRID, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -

La oposición reformista iraní que se encuentra refugiada en Irak ha denunciado la "brutal violación de los Derechos Humanos" registrada durante la incursión del Ejército el pasado 28 de julio en el campo de refugiados iraníes de Ashraf, cuyo último balance dado a conocer hoy asciende a una decena de muertos y más de 500 heridos, y pide el regreso inmediato de las fuerzas estadounidenses para proteger a su población, según declararon fuentes de la organización del campamento a Europa Press.

Cerca de 3.500 desplazados iraníes viven en el campo de Ahsraf, en la provincia de Diyala, fronteriza con Irán, a 80 kilómetros de Bagdad. La mayoría de ellos son miembros del grupo Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI, en inglés), inicialmente adscrito a la Revolución Islámica que triunfó en 1979, y posteriormente levantado en armas contra el actual régimen clerical con apoyo del entonces dictador iraquí Sadam Husein, una campaña que terminó a principios de la década de los 90.

Según Amnistía Internacional, que ha condenado igualmente la incursión iraquí, el PMOI estaba clasificado como organización "terrorista" por la Unión Europea y otros Gobiernos, pero en la mayoría de los casos, excepto Estados Unidos, Canadá, Irak e Irán, esta designación se ha eliminado "alegando que la organización ya no propugna la oposición armada al Gobierno iraní ni participa en ella".

El Ejército estadounidense se encargaba de garantizar la seguridad y la entrada de ayuda humanitaria en el campo hasta principios de este año, momento en el que cedió estas competencias a las autoridades y Ejército iraquíes tras la firma entre Washington y Bagdad del Convenio sobre el Estatuto de las Fuerzas (CEF). Amnistía señala que ningún punto de dicho convenio menciona cambios en el estatus de la población de Ashraf como "personas protegidas"

Haciendo uso de esta autonomía, las fuerzas iraquíes entraron en el campamento el pasado día 28 "empleando cañones de agua y porras" según informó el responsable de prensa del campo de refugiados, Farhand Sadeghi, a Europa Press. Sadeghi asegura, además, que durante la incursión las tropas iraquíes abrieron fuego contra los residentes del campamento y denunció que, desde el día del asalto, el Ejército iraquí ha bloqueado la entrada de ayuda humanitaria y ha impedido el acceso a los medios de comunicación.

"El Ejército iraquí no permite que se les proporcione comida a los refugiados, y no deja pasar a los medios de comunicación", declaró el responsable de prensa, quien indicó que sólo se concedió acceso durante 24 horas a un equipo de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak (UNAMI).

"Se trata de una violación brutal de los Derechos Humanos", declaró Sadhegi, quien informó además de que 36 iraníes fueron detenidos durante la incursión. Todos ellos se encuentran actualmente en un centro penitenciario cerca de Bagdad y se han declarado en huelga de hambre para denunciar el maltrato recibido.

Los residentes del campamento, entre los que se encuentran mujeres y niños, no pueden regresar a Irán por miedo a represalias del actual régimen clerical. "Si regresan, serán arrestados y les matarán", declaró Sadeghi, que apeló a Estados Unidos para que reasuma su "responsabilidad" para con los habitantes del campo de Ashraf.

"Estados Unidos tiene la responsabilidad de proteger ese campo pero ahora de repente, han permitido que los iraquíes entren para matarnos", lamentó.

En declaraciones realizadas tras el asalto, el principal comandante de las tropas estadounidenses en Irak, general Ray Odierno, reconoció que Estados Unidos no se opuso a la incursión del Ejército iraquí, "mientras sus tropas se comportaran de la manera más humana posible", y declaró no tener constancia de la presencia de tropas estadounidenses en el momento del incidente.