Actualizado: martes, 6 junio 2017 19:38

MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los civiles que permanezcan en Raqqa pueden ser utilizados por el Estado Islámico como "escudos humanos" para frenar la ofensiva sobre la ciudad siria, mientras que los que traten de huir se arriesgan a morir a causa de las minas o los francotiradores, según ha advertido este martes el Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés).

"En el Comité Internacional de Rescate hemos visto un descenso en el número de personas que escapan de Raqqa desde la semana pasada, lo que puede indicar que el Estado Islámico pretende usar a las personas que siguen atrapadas como escudos humanos", ha dicho Thomas Garofalo, director de relaciones públicas del IRC para Oriente Próximo.

La ONG estima en 20.000 el número de personas que permanecen dentro de Raqqa, que ha sido considerada como el principal bastión del Estado Islámico durante los últimos tres años y medio. Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), formadas por milicias árabes y kurdas y con el respaldo de Estados Unidos, han lanzado una ofensiva para recuperar la ciudad que ha dado comienzo el martes.

Según la ONG, más de la mitad de la población de Raqqa huirá a medida que las fuerzas rebeldes penetren en la 'capital' siria del Estado Islámico. El IRC, que asiste en el terreno, ha avisado de que en esta huida muchas personas pueden perder la vida por las minas, los francotiradores y los bombardeos de la coalición internacional.

"Los que han logrado huir cuentan que han vivido bajo el terror todos los días y que el Estado Islámico asesinaba por cualquier motivo, como no ayunar o tratar de tener contacto con alguien fuera de la ciudad", ha explicado Garofalo, que también ha advertido sobre las malas condiciones en las que llegan estas personas: "han tenido que sobrevivir con muy poca asistencia sanitaria, cortes de agua y electricidad".

El Comité Internacional de Rescate es una de las pocas organizaciones que está prestando ayuda en Raqqa. Cuenta con un equipo clínico móvil con el que atiende a personas heridas por las minas al norte de la ciudad. La organización ha alertado de que, tras el comienzo de la ofensiva, las necesidades sanitarias serán mayores, incluyendo el apoyo psicológico.

Sin presencia de grandes organizaciones como Naciones Unidas, actualmente el campo de tránsito habilitado por los combatientes kurdos al norte de la ciudad y gestionado por Médicos Sin Fronteras está sobrepasado con más de 6.000 desplazados y cientos de personas llegando cada día.

Más noticias

Leer más acerca de: