KABUL 29 Nov. (Reuters/EP) -
La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) ha anunciado este viernes que investigará el ataque aéreo ejecutado el jueves contra una vivienda en la provincia de Helmand, en el que habría muerto un niño y que ha provocado duras críticas por parte del presidente, Hamid Karzai, contra Estados Unidos.
"La ISAF lamenta profundamente cualquier víctima civil causada por el ataque", ha indicado la ISAF a través de un comunicado. El bombardeo provocó, además de la muerte de un niño de corta edad, heridas a dos mujeres.
El menor tenía dos o tres años y, según el portavoz de Karzai, Aimal Faizi, las fuerzas estadounidenses dispararon contra la vivienda después de que se refugiase en ella un hombre que marcaban como objetivo.
"Demuestra que las fuerzas de Estados Unidos no tienen respeto por las decisiones de la Loya Jirga y la vida de los civiles en Afganistán", ha dicho Faizi. "Matan a los civiles como si fuesen moscas", ha denunciado el portavoz presidencial, que ha recriminado a Washington que no tenga una 'línea roja' en este tipo de casos.
Para Faizi, aunque el hombre al que pretendían abatir "fuese un insurgente", las fuerzas estadounidenses "no deberían haber disparado contra la casa".
La Loya Jirga, la asamblea de notables, aprobó la semana pasada el acuerdo de seguridad entre Kabul y Washington para que las tropas de Estados Unidos permanezcan en Afganistán después de 2014.
En los últimos días, ambas partes han discrepado sobre el plazo de ratificación del pacto, ya que mientras que el Gobierno norteamericano quiere que quede listo antes de que acabe el año, Karzai quiere que Washington se comprometa a no realizar ninguna operación militar en viviendas de civiles y a impulsar de forma honesta el proceso de paz con los talibán como paso previo a la firma del acuerdo.
En respuesta a la decisión de Karzai, el Gobierno estadounidense ha anunciado que estudiará poner en práctica la denominada 'opción cero' en Afganistán, es decir, el repliegue de todas sus tropas después de 2014.
Este desacuerdo entre los Gobiernos afgano y estadounidense refuerza las dudas sobre si las tropas estadounidenses y de la OTAN se mantendrán después de que concluya el próximo año en Afganistán, que se enfrenta a una insurgencia aún potente organizada por los milicianos talibán y aún está entrenando a su propio Ejército.
Las tropas estadounidenses han estado en Afganistán desde que lideraron a las fuerzas multinacionales en el derrocamiento del régimen talibán a finales del 2001. Hace poco más de dos años, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, suspendió unas negociaciones con Irak sobre mantener una fuerza estadounidense residual en ese país. En octubre de 2011, cuando anunció esa decisión, había más de 40.000 militares de su país en Irak. Para finales de ese año, todos se habían retirado.
En Afganistán, todavía hay 47.000 militares estadounidenses. Estados Unidos ha estado en conversaciones con funcionarios afganos para mantener una pequeña fuerza residual de alrededor de 8.000 militares en el país después de que termine sus operaciones el próximo año.