Actualizado: miércoles, 28 noviembre 2012 14:58

Se reserva el derecho de una respuesta contundente si los palestinos recurren al TPI tras la votación


JERUSALÉN, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno israelí optará por mantener un perfil bajo y no hacer grandes declaraciones porque es consciente de que no puede impedir que la iniciativa palestina de ser reconocidos como estado observador no miembro de la ONU salga adelante este jueves en la Asamblea General de este organismo, según informan los principales diarios israelíes.

Según 'Haaretz', aunque el Gobierno israelí llevaba semanas diciendo que la iniciativa palestina suponía una grave amenaza, ahora desde la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, y la del ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, se busca minimizar el significado subrayando que será un voto técnico y de procedimiento o que es una victoria simbólica para los palestinos carente de significado diplomático.

"Yo no exageraría la importancia de la votación en la ONU", ha señalado un responsable israelí al 'Jerusalem Post'. "Vamos a ver fuegos artificiales en Ramala pero los asentamientos seguirán exactamente donde están y el Ejército israelí seguirá operando en las mismas áreas", ha subrayado.

Así las cosas, según las fuentes consultadas por 'Haaretz', el Gobierno israelí ha optado por rebajar su perfil mediático, lo que pasa por no hablar de castigo a los palestinos tras la votación u otro tipo de amenazas.

Según una fuente diplomática, Israel no pretende cancelar los Acuerdos de Oslo y también se ha abandonado la idea de anunciar la construcción de 3.000 nuevas viviendas en los asentamientos en Cisjordania, ya que tanto Netanyahu como su Gobierno se han dado cuenta de que sería contraproducente para sus esfuerzos diplomáticos.

"Examinamos distintos modos de reaccionar, pero los ministros se dieron cuenta de que casi cualquier cosa que hagamos perjudicará a Israel tanto como perjudicará a los palestinos", ha reconocido la fuente diplomática.

"Si la Autoridad Palestina se desmorona caerá sobre nuestras cabezas", ha subrayado, por ello es "preferible presionar a los palestinos para que reanuden las negociaciones, como han prometido" que harían si sale adelante su petición en la ONU.

DENUNCIA ANTE EL TPI

En todo caso, este responsable diplomático ha aclarado que si tras ser reconocido como estado observador no miembro los palestinos deciden llevar a Israel ante el Tribunal Penal Internacional (TPI), entonces "tendremos la legitimidad de reaccionar con energía".

Respecto a esta cuestión, según el 'Jerusalem Post', una de las ideas que están discutiendo Israel y Estados Unidos es que las consecuencias legales que pueda tener la votación de la Asamblea General no puedan tener carácter retroactivo, es decir, no se podría acusar a Israel ante el TPI de algo ocurrido antes del voto de mañana.

Además, fuentes diplomáticas han explicado al diario que Israel se ceñirá estrictamente a los acuerdos suscritos con la Autoridad Palestina, incluido el Protocolo de París de 1994 que rige las relaciones económicas y que permite al Gobierno israelí retener los impuestos que recauda en nombre de los palestinos para pagar los bienes y servicios que Israel les suministra.

En el Ministerio de Exteriores israelí barajan que 150 países de los 193 que integran la Asamblea General de la ONU votarán a favor de la resolución palestina. En cuanto a los países de la UE, después de que Francia y también España hayan anunciado que votarán a favor, el Ministerio israelí cree que al menos quince de los 27 Estados miembros respaldarán la propuesta del presidente palestino, Mahmud Abbas.

Más noticias