NETANYA (ISRAEL), 25 Jun. (Reuters/EP) -
El presidente israelí, Shimon Peres, ha instado al presidente ruso, Vladimir Putin a que tome medidas para evitar la amenaza que, a su juicio, representaría un Irán con armas nucleares y que ponga fin al derramamiento de sangre en Siria, durante una corta visita de Putin a Israel.
"Estoy seguro de que Rusia, que fue el azote del fascismo, no permitirá amenazas similares, ninguna amenaza iraní y ningún derramamiento de sangre sirio", ha dicho Peres en una ceremonia en la ciudad de Netanya, en el centro de Israel, donde Putin ha participado en la inauguración de un monumento en recuerdo a la lucha del Ejército Rojo contra la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Portavoces israelíes han dicho que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, tiene intención de tratar sobre Irán y Siria con Putin durante una reunión que se celebrará más tarde en Jerusalén.
El viceprimer ministro israelí y titular de Inteligencia y Energía nuclear, Dan Meridor, ha instado a Rusia a que respalde las nuevas sanciones contra Irán para frenar un programa de enriquecimiento de uranio que Israel y Estados Unidos y sus aliados creen que está destinado a desarrollar armas atómicas. Irán ha dicho, sin embargo, que sus actividades nucleares tienen fines pacíficos.
"Espero que Rusia se una al régimen de sanciones, pues lo reforzaría mucho", ha dicho Meridor, en un discurso pronunciado antes de la llegada de Putin.
Junto con Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia y Alemania, Rusia ha mantenido conversaciones con Irán para intentar negociar el fin de las actividades nucleares de Irán a cambio de incentivos.
Sin embargo, Rusia ha mantenido una postura más suave que Estados Unidos y sus aliados, oponiéndose a las sanciones contra Irán e instando a Israel a que no ataque sus instalaciones nucleares. Putin ha dicho que Rusia no tiene ninguna prueba de que Teherán esté tratando de convertirse en una potencia con armas nucleares.
Putin viaja a Israel, los territorios palestinos y Jordania en momentos en que Estados Unidos, sus aliados y algunas naciones árabes lo han criticado por oponerse a forzar la salida del presidente sirio, Bashar al Assad.
En el conflicto con Siria, Rusia ha dejado de lado las llamadas de atención de Estados Unidos y los países árabes para detener el envío de armas al Gobierno de Siria, asegurando que solo proporciona armas defensivas. También ha utilizado su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para impedir una condena contra el régimen sirio.
