ROMA, 13 Nov. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
Ascienden a 22 los ultras detenidos por los altercados de este fin de semana en diversas ciudades de Italia a raíz de la muerte de un aficionado del Lazio tras ser disparado por un policía, según informaron fuentes policiales.
Tras los primeros cuatro arrestos realizados en Roma, las fuerzas del orden consiguieron detener a al menos otras 18 personas en las ciudades de Taranto, Milán y Bérgamo, en las que también se registraron disturbios importantes.
Durante su comparecencia informativa ante la Cámara de los Diputados sobre los trágicos acontecimientos de este fin de semana, el ministro del Interior, Giuliano Amato, aseguró que los arrestos seguirán incrementándose en las próximas horas, en base a las decenas de identificaciones que la Policía ha llevado a cabo a partir de las grabaciones de los hechos.
Amato denunció la existencia de focos "revolucionarios" que alimentan el "extremismo" entre los seguidores de los distintos equipos futbolísticos, incitándoles a expresar su ira contra la Policía y "encontrando así su propia identidad".
Gabriele Sandri "no habría muerto si el policía no hubiera disparado, pero tampoco si los aficionados de dos equipos distintos, tras encontrarse en el área de servicio, no hubieran iniciado una disputa sino que se hubieran sentado juntos a tomar un café", aseguró el ministro.
Ya ayer, la Fiscalía de Roma anunció su voluntad de presentar contra los detenidos en esta ciudad el agravante de "terrorismo", además de la acusación por delitos de lesiones, devastación y resistencia a las fuerzas del orden.
Con todo, Amato valoró estos incidentes como una reacción contra las decisiones tomadas por las autoridades italianas hace menos de un año tras el homicidio de un policía a manos de algunos ultras durante los disturbios que tuvieron lugar con ocasión del derbi siciliano Palermo-Catania, episodio que ya entonces puso sobre la mesa el peligro de la violencia en el ámbito futbolístico.
En cuanto a la responsabilidad del policía que disparó al joven aficionado de la Lazio, Amato señaló que parece definitivamente probado que el impacto fue efectuado a altura de hombre y con los brazos en tensión, aunque todavía queda saber las razones por las que, después del primer disparo al aire, el policía no guardó el arma en su funda.
"MÁXIMA SEVERIDAD".
Asimismo, prometió la "máxima severidad" en la resolución de este caso, ya que "el hecho de ser policía no exime del respeto de las normas, sino que implica respetar las reglas con un empeño todavía mayor".
Por su parte, el policía desmintió haber hecho declaraciones a los medios de comunicación, que ayer divulgaron la que podía ser su propia reconstrucción de los hechos, en la que aseguraba que el disparo se le había escapado mientras corría. Según reportaron hoy los medios locales, el agente aseguró que las únicas explicaciones que hizo sobre lo sucedido fueron las que hizo ante el magistrado encargado de la investigación.
CAPILLA ARDIENTE MULTITUDINARIA.
Después de las numerosas demostraciones de afecto de ayer, multitud de aficionados acudieron también hoy a la capilla ardiente en la que los familiares y amigos velaban el cuerpo muerto del joven Sandri, cuyos funerales se celebrarán mañana en la capital italiana.
La reacción de las autoridades tanto gubernamentales como deportivas a los hechos de este fin de semana ha sido contundente. Así, mientras la Federación italiana de Fútbol decidió suspender todos los encuentros previstos para este domingo, el Observatorio Nacional del Deporte de Italia --dependiente del Ministerio italiano del Interior-- prohibirá los desplazamientos en masa de los seguidores más violentos de los equipos.
Además se impondrá el uso de la tarjeta del aficionado --una especie de documento de identidad-- y, a partir del próximo 1 de marzo, los partidos se jugarán a puerta cerrada si los estadios no garantizan la presencia de agentes de seguridad. Tampoco se jugarán los encuentros en caso de que haya incidentes, aunque éstos tengan lugar fuera del recinto.
