ROMA 3 Ene. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
Sigue creciendo la tensión en la ciudad de Nápoles y su provincia por la acumulación de desperdicios en las calles y los constantes incendios que provocan los mismos ciudadanos para eliminar su mal olor.
Los Bomberos tuvieron que intervenir en casi un centenar de ocasiones para apagar las numerosas montañas de basura que ardieron entre esta noche y las primeras horas de esta mañana.
No es la primera vez que esta provincia del Sur de Italia atraviesa una situación de emergencia similar, cuyas causas se encuentran en la falta de vertederos y la oposición ciudadana a la a la creacción de nuevas centrales de incineración.
Esta misma noche, diversos grupo de manifestantes salieron a la calle para protestar contra la apertura de un antiguo vertedero, que está situado en el barrio periférico de Pianura y lleva cerrado más de diez años. Las autoridades de la ciudad han decidido reabrirla como medida para dar una salida a la crisis.
El momento de máxima tensión tuvo lugar cuando algunas personas prendieron fuego a un autobús público. Alrededor de 200 manifestantes volvieron a manifestarse esta mañana frente al vertedero de Pianura.
La ingente acumulación de basura que invade las calles de Nápoles y otras localidades de la provincia, ha llevado a algunos comercios a cerrar sus puertas. Por su parte, los servicios de emergencia y sanitarios han lanzado mensajes a la ciudadanía advirtiendo sobre los riesgos para la salud que conlleva la quema de residuos en plena calle.
Por su parte, la portavoz del comisario comunitario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, aseguró ayer que la Unión Europea está siguiendo de cerca la situación en la región y que no se descarta la adopción de nuevas medidas para que Italia cumpla su compromiso de abrir nuevas centrales de descarga.