TOKIO, 5 Mar. (EP/AP) -
El Gobierno de Japón, a través de su primer ministro, Shinzo Abe, ha insistido este lunes en que no pedirá perdón por la supuesta instalación de burdeles militares en la II segunda Guerra Mundial, incluso si el Congreso estadounidense aprueba una resolución exigiendo tales disculpas.
Abe, que ha explicado en el Parlamento que su negativa de la semana pasada, afrontó las acusaciones que pesan sobre Japón después de que cerca de 200.000 mujeres fuesen supuestamente obligadas a servir como prostitutas en el frente. Según su versión, no se han recibido en la Cámara de Representantes estadounidense pruebas en firme que aseguren tal abuso.
"Debo decir que no pediremos perdón, incluso si hay una resolución", indicó Abe a los diputados en un largo debate en el que también recordó esta vez que apoyó las disculpas ofrecidas por un diplomático japonés al respecto en 1993.
El pasado viernes, el subsecretario de Estado norteamericano, John Negroponte, indicó que la instalación de burdeles militares por parte de Japón durante la II Guerra Mundial fue "deplorable", pero indicó que este asunto sólo podría darse por finalizado con la colaboración entre Tokio y sus vecinos asiáticos.
Negroponte hizo estas declaraciones un día después de que Abe negara que se obligara a prostituirse a mujeres durante la guerra, poniendo en duda las disculpas ofrecidas por un alto portavoz gubernamental en 1993.
El subsecretario de Estado no se refirió directamente a los comentarios de Abe, pero manifestó su esperanza en que los desacuerdos entre Japón y sus vecinos no afecten a la cooperación regional sobre otros asuntos. "Nuestra opinión es que lo que ocurrió durante la guerra fue lo más deplorable", respondió cuando fue preguntado por los casos de esclavitud sexual.
"Pero, algo como una resolución sobre este asunto, es algo que debe ser gestionado entre Japón y los países que se vieron afectados", agregó Negroponte.