TOKYO, 30 Ene. (EP/AP) -
Canon deberá pagar 212.100 euros a un antiguo empleado de su fábrica de Tokyo por la tecnología de impresión láser que desarrolló durante el periodo en el que trabajó para la empresa. Esta supone la última de las numerosas batallas legales que los creadores de innovación tecnológica están llevando a cabo contra las grandes compañías japonesas.
El juzgado del distrito de Tokyo dictaminó que el ex ingeniero de Canon Kazuo Minoura también recibirá parte de los beneficios que su trabajo reportó a la empresa.
Un portavoz de Canon anunció que recurrirán el fallo de la sentencia al considerarlo "contrario a nuestra opinión" y afirmó que "han completado todos los pagos al empleado" por lo que la cantidad a la que asciende la multa es "totalmente inaceptable".
Minoura presentó la demanda contra Canon en 2003 solicitando más de 6 millones de euros en compensaciones por su papel en el desarrollo de esta tecnología, que permitía a las impresoras láser aumentar la calidad de las imágenes. El juez consideró que este producto reportó a Canon cientos de millones de dólares.
El empleado consideró "demasiado baja" la cantidad establecida por el juez. Según establece el tribunal, Minoura, que trabajó en la sede que Canon tiene en Tokyo desde 1968 hasta 2002, recibió de la compañía 5.400 euros por sus avances tecnológicos.
El aumento de las demandas de empleados contra grandes empresas está provocando un creciente debate sobre la propiedad intelectual en Japón, un país donde la fidelidad de la empresa es parte de una cultura que demanda grandes sacrificios a los empleados. Las empresas japonesas tienen pendiente el establecimiento de la cantidad de beneficios individuales derivados de las patentes.
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