Japón investiga la muerte de un hombre en un Centro de Detención de Inmigrantes en Tokio

TOKIO 2 Dic. (Reuters/EP) -

Las autoridades japonesas han anunciado este martes que están investigando la muerte de un hombre de Sri Lanka en un Centro de Detención de Inmigrantes en Tokio, un suceso que ha despertado las críticas hacia unas instalaciones superpobladas en las que ya han muerto cuatro personas en poco más de un año.

La Oficina de Inmigración de Tokio ha confirmado el fallecimiento de un hombre de Sri Lanka que estaba retenido en un centro, pero se ha negado identificarlo alegando que se está realizando una investigación.

Sin embargo, Mitsuru Miyasako de la Asociación de la Libertad Provisional en Japón, un grupo que representa a los refugiados y los inmigrantes del país, ha identificado a este cuarto muerto como Nickelés Fernando, de 57 años.

Ha asegurado que el suceso se produjo en el Centro de Inmigración de Shinagawa el mes pasado y después de que el hombre se quejase de dolores en el pecho. Miyasako, que ha estado en contacto directo con la familia del fallecido, ha denunciado que el retenido solicitó atención médica de emergencia, pero se le negó.

Por su parte, Sachiko Asai de la Oficina de Inmigración de Tokio, ha explicado que fue el personal del centro el encargado de ofrecer los primeros auxilios y llamar a una ambulancia. Poco después, se certificó la defunción del inmigrante.

"La responsabilidad del bienestar de los detenidos está en manos de aquellos que le detienen", ha recordado Kanae Doi de la ONG Human Rights Watch en Tokio. "Este incidente debe ser investigado y los responsables tiene que rendir cuentas de lo que pasó", ha pedido.

ATENCIÓN MÉDICA INADECUADA

El mes pasado, el Ministerio de Justicia aseguró, tras una investigación, que un Centro de Detención en Ibaraki, al norte de Tokio, no atendió adecuadamente a un hombre de Camerún que murió. Lo mismo ocurrió con otro hombre de origen iraní en el pasado mes de marzo.

Japón, que impone estrictas políticas de inmigración, detuvo solo en 2013 a 15.000 personas, según datos del Ministerio de Justicia. Los abogados y defensores de los Derechos Humanos han denunciado que los Centros de Detención de Inmigrantes del país son anticuados y cuentan con poco personal.

La instalación de Shinagawa, donde ha perdido la vida el hombre de Sri Lanka, tiene capacidad para 800 detenidos. En octubre del año pasado, un detenido rohingya murió tras sufrir una hemorragia cerebral en las instalaciones de este centro.