TOKIO, 7 Oct. (EP/AP) -
El gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) ha preparado una propuesta para que Japón ponga fin de manera escalonada al apoyo militar naval que presta el país a los buques que participan en operaciones de tierra en el marco de Libertad Duradera, la misión internacional liderada por Estados Unidos en Afganistán.
Las autoridades prevén que la nueva iniciativa logre la aprobación de la Kokkai o Dieta (legislativo) a pesar de que la Sangiin o Cámara de Concejales (cámara alta) está controlada desde julio por la oposición del Partido Democrático de Japón (PDJ).
El nuevo primer ministro nipón, Yasuo Fukuda, ha mostrado su voluntad de lograr una ampliación de la misión de apoyo y reabastecimiento de buques en el Océano Índico, cuya legalidad, basada en una ley antiterrorista de 2001 prorrogada en varias ocasiones, expira el próximo 1 de noviembre, pero se ha visto obligado a hacer concesiones debido a que el PDJ rechaza la continuidad de esta misión.
El nuevo proyecto de ley, remitido el pasado viernes a la oposición, limitará claramente la misión para que sólo se realicen labores de reabastecimiento de combustible y agua para los buques que operan en la zona en el marco de la operación Libertad Duradera.
"Con la nueva ley no habrá abastecimiento de buques que den apoyo a operaciones de tierra" en Afganistán, explicó el ministro de Asuntos Exteriores, Masahiko Komura, en declaraciones a un programa de la televisión NHK.
"El Océano Índico es una importante vía de paso para la mayoría del petróleo mundial, por lo que los petroleros podrían ser víctimas del terrorismo. Dar seguridad a esa zona es algo muy valorado por la comunidad internacional y seguiremos proporcionando apoyo logístico", indicó Komura.
Según la web del PLD, la propuesta también dejaría fuera las misiones de registro y de rescate, así como las operaciones de ayuda humanitaria.
LA OPOSICIÓN APUESTA POR LA ISAF
La postura del PDJ es de oposición a la misión porque Libertad Duradera, alegan, no tiene el apoyo necesario de la ONU. Además, recuerdan, la misión es una clara violación de la Constitución pacifista del país, que impide el envío de fuerzas militares al extranjero.
Otra de las mayores polémicas han sido por las acusaciones de que Japón estaría desviando parte de ese combustible destinado en principio para Afganistán con destino a las operaciones estadounidenses en Irak.
"El Gobierno debe revelar las actividades de los últimos seis años", declaró el secretario general del PDJ, Naoto Kan, en un programa de televisión de Fuji TV. Kan no habló explícitamente del nuevo proyecto del Gobierno, pero insistió en que "estas actividades no están respaldadas por una resolución de la ONU (...) y violan la Constitución".
Kan sugirió, sin embargo, que Japón sí podría desempeñar un papel en el marco de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), misión de la OTAN sancionada por el Consejo de Seguridad de la ONU en 2001 que se encarga de la seguridad en Kabul y en las zonas cercanas. "Japón puede cooperar en actividades centradas en la ONU. Aunque participar en la ISAF tiene sus riesgos, la misión está respaldada por la ONU y Japón podría participar conforme a sus propias posibilidades", indicó.
Se desconoce el impacto concreto que tendría la retirada de Japón para las operaciones de tierra en Afganistán, pero hasta el 31 de agosto de 2006 los buques japoneses suministraron unos 540 millones de litros de combustible a buques de Libertad Duradera, una cantidad valorada en 168 millones de dólares (118,85 millones de euros), según el Ministerio de Exteriores nipón.
El PLD espera alcanzar rápidamente un acuerdo con la oposición para que sea aprobada esta nueva propuesta para que pueda entrar en vigor antes del plazo del fin de la misión, el 1 de noviembre, pero el PDJ ha abogado públicamente por un debate extenso en la Dieta que impediría cumplir con esta fecha límite.
