La Junta Militar birmana compra la presencia de parte de 120.000 manifestantes en su apoyo

Actualizado: domingo, 14 octubre 2007 0:01


RANGUN, 14 Oct. (OTR/PRESS) -

Ante las críticas de la comunidad internacional, contragolpe propagandístico. Ésta parece haber sido la intención de la Junta Militar birmana al convocar una manifestación en su apoyo en la que tomaron parte unas 120.000 personas. Sin embargo, esta cifra tiene truco. Y es que algunos funcionarios confirmaron que horas antes del comienzo de la marcha fueron obligados a salir a las calles para pedir a la gente que acudiese a esta convocatoria, bajo la promesa de pagarles en efectivo 80 centavos de dólar (56 céntimos de euro).

"Abajo la BBC, Abajo la Voz de América, Abajo la Radio Libre de América". Estos eran algunos de los gritos que se pudieron escuchar contra los medios de comunicación extranjeros en una manifestación de apoyo a la Junta Militar birmana que concluyó en un centro deportivo de la capital, Rangun, donde también se pudieron leer pancartas de apoyo al actual régimen.

Según las autoridades, alrededor de 120.000 personas acudieron a la llamada de las autoridades que recibió respuesta de toda Rangún, de tal forma que acudieron autobuses de varias zonas. Además, camiones del Ejército cortaron los accesos a varios barrios del noreste de la ciudad.

Sin embargo, más de uno de los asistentes a esta marcha acudió más por interés que por devoción. Algunos funcionarios confirmaron que horas antes del inicio de esta convocatoria fueron obligados por la propia Junta a recorres distintos barrios de la ciudad para pedir a todo con quien se topasen que acudiesen a la manifestación. Como recompensa a su asistencia, los manifestantes reclutados recibirían en efectivo 80 centavos de dólar (56 céntimos de euro).

DETENCIÓN DE ACTIVISTAS

Por otra parte, y como muestra de que la "normalidad" de la que presume la Junta está aún lejos, Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que cuatro importantes activistas pro democráticos permanecen arrestados por las autoridades de Birmania, en la que se considera la tercera semana de represión contra monjes budistas y opositores. Además, "AI cree que estas importantes figuras de la oposición corren un grave riesgo de ser torturadas y maltratadas", señaló la organización.

Esta información coincide con la muerte del cuarto miembro en la jerarquía de la Junta Militar, el general Soe Win, que ocupaba el cargo de primer ministro y aparecía como organizador de la represión contra los demócratas durante los últimos 20 años. Su fallecimiento se debió a la leucemia que sufría y que se había agravado en las últimas semanas, y no alterará significativamente la infraestructura de la Junta, puesto que Soe Win era considerado un nombre sin peso político. El general Thein Sein, ocupará definitivamente el cargo de primer ministro que había venido gestionando en funciones desde que enfermase su predecesor.

ARMAS

A pesar del embargo de EE.UU. y la UE a Birmania, lo cierto es que el país sigue bien provisto de armamento, en parte gracias a las compras que realiza de material procedente de China, Rusia, Corea del Norte o India, principalmente. Según el investigador del Proyecto de Transferencia de Armas del Instituto Internacional de Estudios para la Paz (SIPRI), Siemo Wezeman, "estos países pueden proveer a Birmania con todo lo que la Junta desee". "Lo llevan haciendo desde los últimos 15 años", lamentó.

Tanto Washington como la UE prohíben la venta y reventa de cualquier equipo militar a Birmania, pero otros países sancionadores admiten la venta de armas por terceras partes, como es el caso de Corea del Sur, siendo así algo más flexibles. Como resultado, el segundo ejército más grande del sur de Asia, compuesto por más de 400.000 soldados, se sigue surtiendo de aquellos Estados que "han cimentado su reputación internacional venciendo armas a casi cualquier régimen", tal y como subrayó el doctor Paul Holtom, otro de los investigadores del SIPRI.