MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Joseph Kabila, ha acusado este miércoles a la oposición de los enfrentamientos registrados el lunes y el martes en el país, expresando sus condolencias a las familias de las víctimas.
En su comunicado, leído a través de la radio y la televisión estatales, el mandatario ha resaltado que el objetivo de la oposición "era la violencia ciega, o peor, las revueltas sangrientas".
Así, ha prometido a las víctimas "todo su apoyo a las acciones judiciales", en referencia al anuncio de la Fiscalía de abrir una investigación sobre los incidentes, que se han saldado con al menos 32 muertos, tal y como ha recogido la emisora Radio France Internationale.
Kabila ha manifestado además que "el recurso a la insurrección no puede constituir una alternativa al diálogo en curso", abogando por "reforzar el consenso electoral y político para evitar a la población sufrimientos injustificados".
Por su parte, el líder opositor Moise Katumbi, ha reclamado la imposición de sanciones internacionales contra los miembros de las fuerzas de seguridad responsables de la muerte de manifestantes durante las dos jornadas de protestas.
"Sin sanciones, seguirán matando a la gente como si fueran mosquitos", ha advertido, elevando a 50 el número de muertos durante las protestas, según ha informado la agencia británica de noticias Reuters.
"Kabila está engañando a todos. No quiere irse. Quiere seguir en el poder y está matando a su pueblo", ha insistido, reclamando que Naciones Unidas envíe "una comisión independiente" para investigar lo ocurrido.
Las protestas fueron convocadas después de que la comisión electoral pidiera la semana pasada al Tribunal Constitucional para posponer los comicios, previstos para noviembre.
Según la comisión, las elecciones podrían retrasarse un año, lo que ha provocado la indignación entre los principales líderes opositores, que consideran que es una maniobra de Kabila para mantenerse en el poder más allá de su mandato.
Durante la jornada, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha pedido contención a las autoridades congoleñas, reclamando a los líderes políticos que no empeoren la situación con sus actos o declaraciones.