KABUL, 12 Nov. (Reuters/EP) -
La agencia de Inteligencia de Afganistán se ha visto obligada a abandonar una investigación sobre una matanza de civiles en el este del país debido a la "falta de cooperación" de las fuerzas de Estados Unidos, que le han prohibido el acceso a los soldados de las fuerzas especiales supuestamente implicados en los hechos, según revela un documento obtenido por Reuters.
Un total de 17 hombres desaparecieron después de ser detenidos durante una redada de las fuerzas estadounidenses en la provincia de Wardak (al oeste de Kabul) entre octubre de 2012 y febrero de 2013. Posteriormente, varios habitantes de la zona encontraron los cadáveres de diez de los detenidos en unas tumbas de escasa profundidad ubicadas a pocos cientos de metros de una base norteamericana.
En un informe de la Dirección Nacional de Seguridad de Afganistán (NDS), la agencia de Inteligencia, se asegura que los investigadores habían pedido a Estados Unidos que se les permitiera el acceso a tres 'Boinas Verdes' norteamericanos y a cuatro traductores afganos que colaboraban con ellos, pero se les rechazó la solicitud.
"A pesar de los numerosos requerimientos de la NDS, no han cooperado", se lee en el informe, con fecha del pasado 23 de septiembre. "Sin su cooperación, este proceso no puede completarse", añade. Las autoridades militares norteamericanas, que no se han pronunciado de momento sobre estas informaciones, han asegurado que los 'Boinas Verdes' no han participado ni han hecho la vista gorda en ningún homicidio ilegal en Wardak.
De acuerdo con las normas en vigor derivadas de un acuerdo militar firmado hace una década, las autoridades afganas no tienen poder para presentar cargos contra militares estadounidenses acusados de crímenes debido a que las fuerzas norteamericanas no están obligadas por las leyes de Afganistán.
El acceso a los soldados estadounidenses hubiera permitido a la NDS establecer la validez de las denuncias presentadas por un un traductor afgano que había trabajado para los 'Boinas Verdes', Zakeria Kandahari.
LA MATANZA
Los hombres murieron en el distrito de Nerkh, en Wardak, donde se encuentra la base del Destacamento Operativo Alfa, una pequeña unidad de las fuerzas especiales de élite de Estados Unidos (los llamados 'Boinas Verdes'). Las investigaciones comenzaron después de que la NDS detuviera a Kandahari, quien ha sido también acusado por los vecinos de Nerkh y por la Inteligencia afgana de implicación en la matanza.
La organización de Derechos Humanos norteamericana Human Rights Watch (HRW) ha reclamado a Estados Unidos que investigue este incidente. "La investigación estadounidense debe llevarse a cabo al margen de quiénes hayan cometido el crimen y debe determinar quiénes colaboraron en el crimen y quiénes no actuaron para impedirlo", ha declarado un asesor legal de HRW, Andrea Prasow.