ROBIN VAN LONKHUIJSEN / REUTER
ÁMSTERDAM, 6 Abr. (Reuters/EP) -
El ex líder de la República Serbia de Bosnia y Herzegovina Radovan Karadzic ha pedido al Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) que le permita esperar en libertad la ejecución de la sentencia que le condena a 40 años de prisión por crímenes de guerra y genocidio porque las condiciones carcelarias son "del siglo XIX".
Karadzic ha aprovechado su comparecencia de este miércoles ante el TPIY para denunciar que la "maldad" de la unidad de detención en la que se encuentra desde hace ocho años ha deteriorado su salud. "Las condiciones son del siglo XIX, como en algunas prisiones comunistas o turcas", ha afirmado.
El criminal de guerra ha pedido además un ordenador portátil más moderno porque el IBM que tiene ahora es muy lento. "En algunas cárceles de Europa hay acceso a Internet, controlado, por supuesto", ha mencionado.
El centro penitenciario de Scheveningen, ubicado en La Haya, es una de las instalaciones cedidas por los firmantes del Estatuto de Roma al TPI y sus cortes 'ad hoc'. Con gimnasio, biblioteca y cocina para los reos, es uno de los más confortables del mundo.
El alto tribunal ha rechazado la petición de Karadzic, por lo que seguirá en prisión hasta que se ejecute el fallo en su contra, pero ha ordenado revisar las condiciones de Scheveningen, donde está recluido el ex líder serbio.
40 AÑOS DE CÁRCEL
El pasado 24 de marzo el TPIY condenó a Karadzic a una pena de 40 años de prisión, tras considerarle culpable de diez de los once cargos que se le imputaban, incluidos los relacionados con la masacre de Srebrenica y el asedio de Sarajevo.
Karadzic era el máximo responsable de la autoproclamada República Srpska, la entidad serbia de Bosnia y Herzegovina, y dirigía a los serbobosnios secundado por el general Ratko Mladic, al mando de las fuerzas militares serbobosnias.
En los primeros días de julio de 1995, los militares serbobosnios bajo mando de Mladic tomaron la localidad de Srebrenica, un enclave declarado por Naciones Unidas como zona segura, y mataron a los 8.000 varones musulmanes que capturaron, tras separarlos de mujeres, ancianos y niños.
El TPIY absolvió a Karadzic del otro cargo por genocidio que se le imputaba por los crímenes cometidos en diferentes municipalidades del país durante la guerra de Bosnia y Herzegovina (1992-1995).
Karadzic es el más alto cargo que rinde cuentas en La Haya más de dos décadas después del final de una guerra que acabó con la vida de unas 100.000 personas en Bosnia y Herzegovina y dejó el país con unas divisiones étnicas que todavía perduran.