RIGA, 7 Jul. (EP/AP) -
La presidenta letona, Vaira Vike-Freiberga, termina hoy ocho años al frente del país con la supervisión de un referéndum destinado a recortar las competencias del Gobierno, que intenta aprobar una legislación que, según la jefa de Estado, amenaza la seguridad nacional.
Tras depositar su voto en el plebiscito, Vike-Freiberga pidió a los letonios que, a través de su papeleta, indiquen al Gobierno de centro derecha que ha ido demasiado lejos con sus enmiendas al borrador de la reforma.
Esta modificación daría a los legisladores la posibiidad de obtener información sobre investigaciones criminales entre las que se incluirían casos relativos a temas de seguridad nacional. Según la presidencia, la enmienda entra en conflicto directo con la normativa de la OTAN y podrían dañar las posibilidades de permanencia del país tanto en la Alianza Atlántic, así como en la UE.
Los cambios introducidos en la legislación ya estaban aprobados desde el pasado mes de marzo, ignorando un veto presidencial. Ante ello, Vike-Freiberga invocó una poco conocida cláusula que permite a la presidente organizar un referéndum para aprobar una determinada legislación; un mecanismo nunca empleado antes por presidente alguno.
