Líbano.- Uno de los milicianos muertos en Trípoli estaba acusado de un atentado fallido contra dos trenes en Alemania

Actualizado: lunes, 21 mayo 2007 12:50

BEIRUT, 21 May. (EP/AP) -

Uno de los milicianos islámicos muertos ayer en enfrentamientos con el Ejército libanés estaba acusado de implicación en un atentado fallido con bomba contra dos trenes alemanes, según informaron fuentes oficiales libanesas.

El cadáver de Sadam el Haydib figura entre los restos carbonizados de diez milicianos de Al Fatá al Islam que fueron hallados en un edificio de la ciudad de Trípoli, en el norte, tras la operación llevada a cabo ayer por los soldados y los policías libaneses, informaron estas fuentes a Associated Press.

El Haydib era el cuarto en la jerarquía de mando de Al Fatá al Islam, según las mismas fuentes. Sadam el Haydib había sido juzgado en ausencia en Líbano en relación con el intento fallido de atentado en Alemania. El fallecido era hermano de Yussef el Haydib, actualmente detenido en Alemania por el mismo caso.

No está claro si las autoridades libanesas conocían el paradero de este dirigente islámico antes de los enfrentamientos que estallaron ayer en Trípoli y en el cercano campamento de refugiados palestinos en el que Al Fatá al Islam tiene su cuartel general.

Otros cuatro libaeses están detenidos y están siendo juzgados pro su supuesta implicación en el intento de atentado. Se trata de Yihad Hamad, Ayman Hawa, Jalil al Bubu y Jaled Jair-Eddin el Haydib, este último primo de Yussef y Sadam el Haydib.

Todos ellos están acusados de planear atentados con bomba contra dos trenes en Colonia el 31 de julio de 2006. Los explosivos, localizados ese mismo día en los trenes entre las estaciones de Koblenza y Dortmund, no explosionaron por fallos en los detonadores. Las cámaras de vigilancia alemanas filmaron a los sospechosos mientras dejaban sus mochilas en la estación.

Alemania ha pedido a Líbano la entrega de los detenidos, pero no hay tratado de extradión entre los dos países. Por ello, las autoridades libanesas han decidido juzgarlos en su propio país y postergar cualquier decisión sobre su posible extradición.