MADRID 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) ha advertido este viernes de que los restos de explosivos que han quedado perdidos tras la guerra en Libia siguen causando víctimas civiles en las localidades de Sirte y Bani Walid, los dos últimos bastiones conservados por los leales a Muamar Gadafi.
El CICR, en colaboración con la Media Luna Roja, ha comenzado una campaña de sensibilización social para alertar a la población de los riesgos. Desde marzo, la agencia ha retirado 1.400 cabezas de misil, municiones, granadas y proyectiles de mortero en las localidades de Benghazi, Ajdabiya, Misrata, Brega, Ras Lanuf y en las Montañas Nafusa.
Un experto del CICR, Guy Marot, ha confirmado "varias víctimas" en Sirte desde el fin del conflicto, "incluida una niña de ocho años que perdió su brazo mientras jugaba con un artefacto explosivo". "Nuestro objetivo inmediato es rebajar al mínimo los muertos y heridos entre la población civil", ha aseverado.
Además, según el comunicado hecho público por la organización, el alto nivel de contaminación en zonas cercanas a Zlitan, al oeste de Misrata, ha causado hasta la fecha alrededor de unas 30 víctimas.
El CICR comenzará la próxima semana las labores de limpieza de las municiones sin explotar en Sirte y en Bani Walid, concentrando sus esfuerzos inicialmente en los lugares menos destruidos por los enfrentamientos y a los que podrían comenzar a volver los desplazados.
CUERPOS RECUPERADOS
Por otra parte, el CICR y otras agencias como la Media Luna Roja y la Comisión Nacional para los Desaparecidos siguen recuperando cadáveres tras el conflicto y sólo en Sirte tienen constancia de unos 400 cuerpos.
La organización asesora directamente a la población para agilizar los procesos de identificación de las víctimas, porque, como ha dicho un delegado de CICR, Abdulbadih el Dada, "todos los restos humanos deberían ser claramente etiquetados" y los enseres personales "registrados y almacenados".
Otra de las prioridades del CICR es visitar a los detenidos, para lo cual mantienen contactos con las autoridades de transición. Pretenden comprobar el trato que reciben los arrestados y las condiciones en que se encuentran.
En las últimas dos semanas, la organización ha visitado a algunos de los últimos detenidos en Sirte y Bani Walid, incluidos personas en hospitales que se encuentran bajo custodia de las nuevas autoridades. Los delegados de la ONG han visitado a más de 2.500 personas en nueve lugares de detención en Misrata, Zlitan y los alrededores de las dos ciudades y ha repartido en cuatro de estas instalaciones 1.500 mantas.
Asimismo, el CICR ha identificado a 400 extranjeros entre los 1.300 detenidos en una prisión de Trípoli y les ha permitido llamar a sus familias. En la capital libia, junto con Misrata y otras localidades cercanas, la organización ha realizado unas 6.000 visitas.