MADRID 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El líder de la región separatista moldava de Transnistria, Vadim Krasnoselski, ha pedido este miércoles al Gobierno moldavo que inicie "inmediatamente" conversaciones en materia energética con la Unión Europea para la compra de gas a medida que se recrudece la grave crisis que atraviesa la zona desde que Kiev anunció la suspensión del tránsito de gas ruso.
"La reunión es necesaria porque hay muchas contradicciones. Muchos altos cargos moldavos han hablado de esto, pero cada uno a su manera, y no hay punto en común de entendimiento", ha aseverado Krasnoselski, que ha aventurado que las conversaciones sobre un posible préstamo de la UE para que la región pueda adquirir gas podrían tener lugar mañana mismo.
En este sentido, ha recalcado la importancia de que se celebren lo antes posible para "acordar los parámetros y la tecnología a utilizar" para contribuir a una salida de la crisis, según ha informado la oficina de prensa del líder de Transnistria. "Este asunto no puede retrasarse más", ha apuntado.
"Transnistria da la bienvenida a la ayuda europea y quiere recibirla. Esto es así, y estamos agradecidos por la oferta. No debemos atrasar las fechas límite. La gente está esperando para calentarse, y lleva esperando todo el mes. Según los políticos europeos, está asistencia busca suministrar gas a la región del 1 al 10 de febrero; tenemos que cumplir con esto", ha manifestado.
El primer ministro moldavo, Dorin Recean, ha indicado esta semana que la subvención permitiría adquirir tres millones de metros cúbicos de gas para zanjar la crisis energética. Además, la UE también concederá una subvención de 30 millones de euros para comprar gas y producir energía eléctrica a precios ventajosos.
A finales de diciembre, la compañía energética rusa Gazprom anunció que a partir del 1 de enero dejaría de suministrar gas a Moldavia debido a que la empresa Moldovagaz acumulaba una deuda millonaria, la cual Chisináu niega. Por su parte, Kiev se negó a prorrogar el acuerdo sobre el tránsito de gas ruso a Europa a través de su territorio, pero ofreció la entrega de carbón para compensar el déficit.
Posteriormente, la Central Hidroeléctrica Moldava, situada en Transnistria, empezó a utilizar carbón para generar energía, lo que llevó a la región a programar una serie de apagones en diferentes zonas a partir del 3 de enero.