El líder de Al Wefaq acusa al Gobierno de atacar sistemáticamente a la cúpula de la formación

Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:17

MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El líder del partido opositor bahreiní Al Wefaq, Alí Salman, ha acusado este martes al Gobierno de atacar sistemáticamente a la cúpula de la formación y ha sostenido que las acusaciones presentadas por las autoridades tienen motivos políticos.

Salman ha sido acusado de insultar al Ministerio del Interior a través de una exposición dedicada a las manifestaciones prodemocráticas iniciadas en el país en marzo de 2011. La muestra fue cerrada por la Policía el 29 de octubre alegando que contenía "material provocativo".

Entre el material que se exhibía en la sala había imágenes de manifestantes fallecidos a causa de la represión de las fuerzas de seguridad, de torturados en prisiones y de participantes en las protestas enfrentándose a las fuerzas de seguridad.

Asimismo, su 'número dos', Jalil Marzuk, se enfrenta a cargos por incitar a la violencia e intentar derrocar al Gobierno. El lunes, el Tribunal Supremo de Bahréin anunció el aplazamiento hasta el 12 de diciembre del juicio, si bien mantuvo la prohibición de viaje que pesa contra él.

"Jalil y Al Wefaq siempre han abogado por el camino pacífico hacia la democracia y condenan la violencia", ha dicho Salman durante una entrevista concedida a la cadena de televisión británica BBC.

Así, ha manifestado que cree que el Gobierno planea encarcelar o exiliar a la cúpula de Al Wefaq. "La idea es muy clara. Las autoridades muestran que pueden meter a cualquiera en la cárcel cuando quieran. Su plan es presionar a la oposición, atacar a su cúpula y encarcelarla, exiliarla o quitarnos la nacionalidad", ha añadido.

En este sentido, Salman ha advertido de que en caso de que el Gobierno continúe encarcelando a los miembros de la oposición que han optado por la vía pacífica, únicamente quedarán sobre el terreno los opositores de línea dura, lo que derivará en episodios de violencia.

Por otra parte, ha criticado al Gobierno por no avanzar en el proceso de democratización y ha descrito como "pequeños pasos sin efecto sobre el terreno" las medidas implementadas por las autoridades, que la oposición ha tildado en reiteradas ocasiones de maquillaje.

"Las torturas continúan, los juicios injustos continúan. Casi 3.000 personas están en la cárcel, y los números se incrementan constantemente", ha remachado.

CONTEXTO POLÍTICO

El emirato, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha reprimido violentamente las protestas prodemocráticas en el territorio. En dicho contexto, impuso la Ley de Seguridad Nacional en marzo de 2011, lo que conllevó la entrada de tropas saudíes y emiratíes en el país para aplastar las protestas.

La oposición ha denunciado en reiteradas ocasiones las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80 personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por inhalación de gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.

Asimismo, desde el inicio de la represión de las autoridades contra los manifestantes, ONG internacionales como Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) o Reporteros Sin Fronteras (RSF) han emitido múltiples comunicados para denunciar la situación de Derechos Humanos en el país y pedir a la comunidad internacional una postura activa de presión sobre el Ejecutivo.

En enero, el monarca hizo una propuesta de diálogo a la oposición, que respondió que la misma "es vaga y está cubierta de niebla", al tiempo que destacó que "no refleja un acercamiento real y serio para responder a las demandas de la población". La siguiente reunión se celebrará el 28 de agosto.

El anterior proceso de diálogo para intentar poner fin a la crisis política en Bahréin concluyó en julio de 2012 sin alcanzar ningún acuerdo por la retirada de Al Wefaq, que denunció que estaba infrarrepresentado en la mesa de diálogo.