Actualizado: martes, 22 septiembre 2015 21:02

Los planes para la reubicación urgente de refugiados destapan las divisiones entre los estados miembro

BRUSELAS, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea someterán este miércoles a examen la política europea de asilo en una reunión convocada con carácter extraordinario por el presidente del Consejo, Donald Tusk, para tratar de buscar soluciones a largo plazo a la crisis de refugiados y tras quedar patente las profundas divisiones entre los estados miembro.

La negativa de países como Eslovaquia y Hungría a asumir cuotas obligatorias para la acogida de refugiados, el cierre de fronteras para frenar la entrada de más refugiados sirios y la reintroducción de controles en las fronteras interiores de países como Alemania y Austria han tensado los contactos a Veintiocho para buscar una solución consensuada a la presión migratoria.

"La crisis a la que asistimos pone nuestra humanidad y nuestro sentido de la responsabilidad a prueba. Ha levantado tensiones y acusaciones entre los responsables políticos y los ciudadanos en Europa", lamenta Tusk en la carta de invitación enviada a los líderes europeos.

Tusk ha advertido a los socios europeos de que se enfrentan a un problema que durará años y pide que la cena informal del miércoles sea una oportunidad para examinar "en su totalidad" el modo de encarar esta crisis.

El refuerzo de los controles exteriores de la Unión Europea es un punto común esbozado por la mayoría de los estados miembro desde que se incrementó drásticamente la llegada de refugiados a Europa, así como la necesidad de dotar con más medios a la agencia responsable de esta vigilancia, Frontex.

La cooperación para el desarrollo de los países de origen de la inmigración y una mayor ayuda a los países en primera línea fuera de la UE que atienden al mayor número de refugiados sirios --Líbano, Jordania y Turquía-- son otras de las claves que previsiblemente explorarán los Veintiocho.

De momento, la Unión Europea ha acordado dos programas temporales y urgentes para la acogida en total de hasta 160.000 refugiados, aunque los compromisos concretos por el momento son menores por la negativa de los países del Este a asumir cuotas obligatorias o las reservas de otros como España a asumir el reparto inicialmente diseñado por la Comisión Europea. El Gobierno de Mariano Rajoy ha dado su aprobación a recibir 1.300 demandantes de asilo del primer programa y hasta 15.000 en el segundo.

El acuerdo ha sido posible por mayoría cualificada y pese al voto en contra de Hungría, Rumanía, Eslovaquia y República Checa. Ello complica el desarrollo de la idea que defiende el Ejecutivo comunitario de establecer un mecanismo permanente con cuotas obligatorias para futuras crisis.

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