La localidad libanesa de Qana sufre la peor matanza desde el inicio de la guerra

Actualizado: domingo, 30 julio 2006 19:42


BEIRUT, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

Al menos 56 personas, incluidos 34 niños y 16 mujeres, murieron en el ataque aéreo perpetrado esta pasada noche por la aviación israelí en la localidad libanesa de Qana. Se trata de la peor matanza desde que comenzó la ofensiva israelí contra las milicias chiíes libanesas de Hezbolá, que se está llevando por delante vidas e infraestructuras civiles en Líbano. El Ejército israelí justificó el ataque alegando que desde Qana se han lanzado numerosos cohetes contra territorio de Israel, lo cual ha sido negado categóricamente por el Gobierno libanés. Hezbolá ha asegurado que "la carnicería de Qana no quedará sin respuesta".

Como consecuencia de la matanza, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, ha pedido al secretario general de la ONU, Kofi Annan, la celebración de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad y ha declarado que en estos momentos sólo cabe negociar "un alto el fuego inmediato e incondicional" y "una investigación internacional sobre las masacres israelíes en Líbano". Por su parte, el presidente libanés, Emile Lahoud, se preguntó si la comunidad internacional va a permitir que Israel convierta a Líbano "en una nueva edición de Kosovo".

Los aviones israelíes bombardearon Qana --en las colinas situadas al este de la ciudad portuaria de Tiro-- hacia la una de la madrugada (medianoche en España), y destruyeron varias viviendas, incluido un edificio de tres plantas en cuyo sótano se habían refugiado varias familias. La Cruz Roja libanesa ha cifrado en al menos 56 los muertos, entre ellos 34 niños, y los servicios de seguridad libaneses han informado de 57 muertos, incluidas 16 mujeres.

VERSIONES DE ISRAEL Y LÍBANO

Inmediatamente después del ataque, las autoridades israelíes aseguraron que el objetivo era meramente militar y que las muertes de civiles deben atribuirse a Hezbolá. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró durante la reunión semanal de su Gobierno que desde Qana y sus alrededores "se han disparado cientos de Katiushas hacia Israel, hacia Kiryat Shemona y Afula".

Por su parte, el Ejército israelí aseguró en un comunicado que "la aviación israelí atacó lanzaderas de misiles en la zona de Qana, desde la que se han disparado cientos de misiles contra las ciudades de Nahariya y las municipalidades del oeste de Galilea", y añadió que la responsabilidad de la muerte de civiles en los ataques israelíes recae en Hezbolá, que ha convertido los centros de residencia libaneses en un "frente de guerra por el disparo de misiles desde zonas habitadas por civiles".

El ministro libanés de Defensa, Elias Murr, rechazó categóricamente estos argumentos israelíes. "¿Qué esperan que diga Israel? ¿Que han matado a 40 mujeres y niños?", declaró el ministro a la cadena de televisión qatarí Al Yazira.

ALTO EL FUEGO "INMEDIATO"

La matanza de Qana podría suponer un punto de inflexión en el conflicto, incluso en el plano diplomático. El presidente Lahoud declaró que los dirigentes de Israel no tienen ningún interés en que se alcance la paz. "¿Acaso la comunidad internacional quiere que los dirigentes de Israel conviertan a Líbano en una nueva edición de Kosovo?", se preguntó.

"No hay lugar en estos tristes momentos para ninguna discusión que no conduzca a un inmediato e incondicional alto el fuego y a una investigación internacional sobre las masacres que está cometiendo Israel en Líbano", declaró por su parte Siniora tras ser informado de la masacre.

Tras estas declaraciones de Siniora, difundidas poco después de que Olmert asegurara que Israel no aceptaría ningún alto el fuego inmediato en Líbano, la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, anunció el aplazamiento de su visita oficial a Beirut prevista para hoy. El propio Olmert explicó anoche a Rice que Israel necesitará entre diez días y dos semanas para finalizar su ofensiva en Líbano.

La propia Rice mostró esta mañana su "profunda tristeza por la terrible pérdida de vidas inocentes". "Todos reconocemos que esta forma de hacer la guerra es extremadamente difícil", prosiguió, en referencia a los ataques contra objetivos civiles. "Por desgracia, a veces tiene consecuencias horribles", añadió. "Queremos un alto el fuego lo antes posible", aseguró.

En Washington, el presidente estadounidense, George W. Bush, reafirmó que Israel "tiene derecho a defenderse" como "cualquier país", que "debe defenderse de ataques terroristas y de matanzas de vidas inocentes".

Por su parte, la UE aseguró -en sendos comunicados del Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, y de la comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner- que el ataque de Qana no tiene justificación, menos aun cuando la comunidad internacional trabaja para hallar una solución a la crisis, y reclamó el cese de la violencia y las hostilidades.

La ministra británica de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, declaró que el ataque ha sido una tragedia y un paso atrás en los intentos de conseguir un acuerdo de paz. "Hemos pedido reiteradamente a los israelíes que actúen de forma proporcionada", declaró la ministra a la cadena de televisión Sky News.

Asimismo, el presidente francés, Jacques Chirac, declaró a través de un comunicado de su oficina que "Francia condena esta acción injustificable, que demuestra más que nunca la necesidad de avanzar hacia un alto el fuego inmediato, sin el cual este tipo de dramas sólo puede repetirse".

En un sentido similar, el Gobierno español manifestó su más "profunda consternación y condena" por el bombardeo de Qana y reiteró su llamamiento para un "inmediato" alto el fuego que ponga fin a la violencia y que evite que en el futuro haya que volver a lamentar tragedias como ésta.

También el Papa Benedicto XVI pidió un alto el fuego "inmediato". "En nombre de Dios, pido a todos los responsables de esta espiral de violencia que depongan sus armas", afirmó en su residencia de verano de Castel Gandolfo, en las afueras de Roma.

Asimismo, el representante especial en Líbano de Kofi Annan, Geir Pedersen, reclamó una "inmediata investigación sobre este incidente" y añadió que esta tragedia "demuestra la urgencia de que todas las partes escuchen los reiterados llamamientos de Naciones Unidas para un cese inmediato de las hostilidades".

AUTORIDAD PALESTINA, IRÁN Y SIRIA

Por otra parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, condenó enérgicamente la matanza de Qana y afirmó que "este nuevo crimen israelí requiere un inmediato alto el fuego para salvar la vida de civiles inocentes".

En un tono menos convencional, el Ministerio iraní de Asuntos Exteriores afirmó que "el único éxito" de la gira de Condoleezza Rice en Oriente Próximo ha sido "una masacre en una aldea" y manifestó que algunos responsables de la Administración de George W. Bush deberían ser juzgados por crímenes de guerra en Líbano.

Aparte, el presidente de Siria, Bashar al-Assad, transmitió hoy su pésame a Emile Lahoud y afirmó que la masacre "refleja la barbarie y el terrorismo" de Israel. El primer ministro sirio, Mohamed Nayi Itri, declaró que los ataques israelíes "reflejan su impotencia ante los golpes recibidos de la resistencia nacional libanesa".

HEZBOLÁ ANUNCIA VENGANZA

Tras la matanza, un portavoz de Hezbolá anunció a través de la cadena de televisión de esta organización chií, Al-Manar, que "la carnicería de Qana no quedará sin respuesta", y un diputado libanés de esta formación chií, Hasan Fadlalá, advirtió de que la "nueva masacre" perpetrada Israel "aumentará la determinación del pueblo libanés para aguantar la agresión israelí e incrementará la determinación de la resistencia para enfrentarse al enemigo".