Alexander Lukashenko
VASILY FEDOSENKO / REUTERS
Actualizado: sábado, 10 octubre 2015 14:32

MINSK, 10 Oct. (Reuters/EP) -

Este domingo los bielorrusos acuden a las urnas para elegir al presidente del país con el actual mandatario, Alexander Lukashenko, como principal candidato a perpetuar sus 21 años en el poder. Lukashenko se ha visto reforzado políticamente por su acercamiento a Estados Unidos y sus aliados y por su papel de mediador en el conflicto ucraniano.

Las críticas de Lukashenko a la anexión rusa de la región ucraniana de Crimea, los acuerdos sobre Ucrania y el perdón otorgado a seis dirigentes opositores el pasado mes de agosto han propiciado este acercamiento a Bruselas y Washington.

"Occidente quiere que haya estabilidad en Bielorrusia. Quiere unas elecciones pacíficas que puedan servir como señal de avances en términos de democracia y Derechos Humanos", ha explicado un miembro del Centro Bielorruso de Investigación Estratégica y Política, Yuri Tsarik.

Un signo de este acercamiento es el anuncio de la UE de que suspenderá durante cuatro meses las sanciones que pesan contra dirigentes bielorrusos y empresas, incluido el presidente, Alexander Lukashenko, tras las elecciones.

Los países de la UE están de acuerdo en prorrogar las sanciones y suspenderlas en paralelo durante cuatro meses en respuesta a la decisión "positiva" del presidente Lukashenko de liberar en agosto a seis presos políticos "por motivos humanitarios". Las sanciones individuales afectan en la actualidad a 200 personas y 18 entidades y corporaciones, según fuentes europeas.

Los Veintiocho prevén suspender formalmente las sanciones, que expiran formalmente a finales de octubre, durante cuatro meses tras las elecciones si se constata que éstas se desarrollan en "un clima aceptable" aunque se da por hecho que Lukashenko volverá a ganarlas y "no hay violencia" tras las elecciones ni se producen detenciones de opositores, han precisado fuentes diplomáticas.

APATÍA Y DESEO DE ESTABILIDAD

Mientras, en la calle predominan la apatía y un fuerte deseo de estabilidad, por lo que los observadores internacionales no esperan movilizaciones y protestas como las de las elecciones de 2010, cuando Lukashenko ganó tras encarcelar a sus principales rivales.

Las últimas encuestas apuntan a un apoyo del 47 por ciento de la población a Lukashenko, que mantiene un férreo control de los medios de comunicación. Ninguno de los tres rivales en las elecciones de este domingo supone una amenaza para el que se definió a sí mismo hace tres años como "el último y único dictador de Europa".

"Lukashenko se presenta como garante de la paz y la seguridad (...) y esa imagen funciona", ha explicado el responsable de una biografía de Luskashenko, Valeri Karbalevich.

Más noticias

Leer más acerca de: